Miguel Sempere
Podemos ha dejado de ser rentable mediáticamente. Una de las bazas de la formación morada es que la aparición en televisión disparaba la audiencia. Ahora, eso ya no pasa. Más bien, la aparición de dirigentes de Podemos, incluido Pablo Iglesias, la baja.
El sábado 18 de marzo, La Sexta Noche tuvo como figura estelar a la nueva portavoz parlamentaria, Irene Montero. Solo obtuvo el 7,5 de share, 836.000 espectadores.
El domingo 5 de marzo, Salvados de Jordi Évole pinchó con Pablo Iglesias, con solo el 10,8% de cuota de pantalla, por debajo de películas y de Gran Hermano VIP (13,9%). Muy lejos de la aparición de Pablo Iglesias en el mismo programa el 27 de octubre de 2014 cuando se fue al 23,8% de cuota. La experiencia se repitió en sendos cara a cara de Iglesias con Albert Rivera en octubre de 2015, con el 18,2%, y en junio de 2016, con el 25%.
Una menor presión política electoral puede ser una de las causas de este desfonde; también el cansancio o la pérdida de interés ante lo que ya no es novedad; o cierto nivel de frustración ante la falta de cumplimiento de las expectativas.
Se percibe, con todo, cierta desafección. Así, el 45,4% de los simpatizantes de Podemos, según una encuesta de DYM, no respalda el cambio en la portavocía de Iñigo Errejón por Irene Montero, pareja de Pablo Iglesias. El 32,2% de los simpatizantes se siente más alejado de Podemos tras Vista Alegre II, por el 12,5% que se siente más próximo.