Virginia Montes
El referéndum presidencialista convocado por Recep Tayyid Erdogan está mostrando algo parecido a una invasión turca de Europa y una actitud arrogante de tirano turco. Primero ha sido Alemania, donde ministros turcos ha pretendido dar mítines, como si estuvieran en territorio turco, y ahora Holanda.
El Gobierno holandés ha retirado los derechos de aterrizaje al ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavuolu, para que no pueda llegar por aire a suelo holandés y llevar a cabo su acto de campaña previsto para la tarde de este sábado en Rotterdam. Erdogan ha respondido con exabruptos: «Holanda es fascista y nazi«, ha dicho. Çavuolu también ha amenazado: «Si no nos dejan en paz, vamos a tomar serias sanciones» contra los Países Bajos. «No vamos a ceder a los chantajes», ha dicho Ámsterdam. El Gobierno ha llamado a consultas al embajador turco. También ha sido retenida la ministra turca de asuntos para la familia, que llegaba en coche desde Alemania.
Geert Wilders ha dicho que los partidarios de Erdogan que viven en Holanda lo mejor es que vayan a Turquía y que no vuelvan.