Pablo Manuel Alcaide. Técnico agrícola. Empresario.
¿Competimos en desventaja los agricultores y ganaderos españoles? La respuesta es que sí, competimos en desventaja y lo hacemos principalmente con países de fuera de la UE, sean del tercer o del primer mundo. En el caso de los productos hortícolas y los frutales podemos poner el ejemplo de Marruecos.
Y es que si bien nuestra productividad por hectárea (ha), o por unidad de trabajo es mayor, en su conjunto ellos tienen menores costes. Aquí se pagan, afortunadamente, mayores salarios que allí y cotizaciones sociales. El precio de los insumos usados en las explotaciones agrarias es mayor aquí, es decir la electricidad, el gasóleo, etc… es más caro. Y por último allí se siguen usando productos químicos que por su toxicidad llevan prohibidos aquí muchos años. Lamentablemente esos productos químicos son mucho más baratos y sobre todo muchíiiisimo más eficaces. De esta forma, tenemos por un lado una naranja que si se cumple la ley tiene unos costes laborales, de cotizaciones sociales, de gastos generales y de eficacia sanitaria mucho mayores que esa misma naranja producida en Marruecos. Si se nos obliga a producir en esas condiciones y a la vez se permiten las importaciones en otras condiciones, lo españoles cuyos sueldos de miseria que cada vez más abundan no tienen más remedio que comprar la naranja importada, cosa que a la larga va en detrimento suyo porque crea trabajo en Marruecos y lo quita aquí.
En otros productos como es el caso de cereales o proteaginosas ocurre más de lo mismo. Competimos con países que como Ucrania o Argentina tienen igualmente costes de producción menores. Aquí no son los costes laborales los más importantes, jugando el papel principal en este caso la fertilidad de la tierra de estos países y en el caso de Ucrania, al igual que pasó hace unos años con Rumania, el ridículo coste de la ha en estos países al estar siendo comprados por las multinacionales de los cereales como Cargill.
Tengamos en cuenta que una ha de tierra en Ucrania ronda los 200€, cuando para encontrar tierras de fertilidad similar en España tendríamos que irnos a zonas de Andalucía y a precios que no bajarían de los 10.000€ la hectárea. En todo caso, sea cual fuere el precio de la ha hay que decir que la mayor salida de dinero de España hacia el extranjero después del correspondiente a la venta de petróleo seria la compra de cereales, soja y otras proteaginosas, ya que nuestra producción ronda los 20 millones de Tm y nuestro consumo supera los 40 millones de Tm y es que España no ha tenido desde hace al menos ciento cincuenta años capacidad de autoabastecimiento en estos productos.
Pero constatar estas debilidades no nos hace peores, muy al contrario una vez detectado el problema se puede solucionar. Lamentablemente el problema no es que nuestros trabajadores cobren más que los marroquíes, o que aquí se paguen seguros sociales y allí no, que aquí se usen productos químicos menos tóxicos, más caros y menos eficaces y allí todo lo contrario. El problema es que estamos a las órdenes de unos gobernantes corruptos que no gobiernan por y para nosotros, sino por y para los intereses de sus amos globalistas. Pues lo que un gobierno patriota haría sería exigir que cualquier importación, venga de donde venga, cumpla con las normas que nosotros tenemos y CUMPLIMOS aquí. Hecho esto, nuestros empresarios y nuestros trabajadores están más que capacitados para obtener los mismos productos a mejor precio y de mejor calidad que los importados. De ustedes depende que sigan gobernando los globalistas o que un gobierno patriota se haga con las riendas de nuestra nación y nuestro destino.
Por último, solo recordarles que la globalización mata.