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Mariano Rajoy es idiota y no tiene cojones

Redacción




Mariano Rajoy. YouTube.com.
Mariano Rajoy. YouTube.com.

Editorial

Mariano Rajoy describió a Zapatero como “bobo solemne”. Ha llegado el momento de plantearse seriamente si Rajoy es idiota. Y con el mismo ánimo de solo describir, la respuesta es inequívoca: sí. Está destruyendo a la nación –en lo económico y lo político y poniendo en riesgo su unidad- en medio de una inoperancia estúpida.

En lo relativo a Cataluña, tras financiar de manera suicida el proyecto secesionista de la Generalitat, solo busca judicialmente conseguir inhabilitaciones de quienes ahora ocupan posiciones secundarias y usan el banquillo de los acusados como altavoz de su propaganda, tras llegar en procesión levantisca rodeados de acólitos.

Lo de mandar a Barcelona, a falta de Tercios de Flandes y del duque de Alba, otros tiempos, otras costumbres, a la marisabidilla de Soraya Saénz de Santamaría –especialista en colocar amigas con cargo al contribuyente- es de vergüenza ajena: no sirve más que para que los secesionistas estén crecidos y le masajeen los hombros y para dilapidar dinero del expoliado contribuyente en un nuevo despacho inútil.

Hasta ahora solo hemos escuchado la delirante medida de precintar los colegios electorales el día que se convoque referéndum, que está a la vuelta de la esquina, mientras todos, incluido el alelado Borbón, andan haciéndose fotos con Carles Puigdemont, como si no pasara nada.

La nación ha de tomar conciencia que esté patente idiota vive al día, mientras incendia España como Nerón hizo arder Roma. Rajoy cree encarnar la estabilidad mientras no genera más que caos a su alrededor. Ha llegado a ese nivel de idiocia superlativa en la que se cree sus propias mentiras y son muchas, como esa de decir en todas las campañas que va a bajar los impuestos para subirlos siempre en la primera semana. Las pensiones se van a hundir para los que están y van a desaparecer para los que vienen porque ha arruinado a la sociedad para cincuenta años, como ha dicho en Rambla Libre, Roberto Centeno. Se crea empleo a golpe de endeudamiento, mientras el inquilino de Moncloa vive instalado en la ficción de su mediocre petulancia, sin proyecto nacional, sin regeneración, sin ideas.

Ha mantenido toda la nefasta y destructiva legislación del bobo solemne de Zapatero y, Gallardón mediante, ha añadido nuevas estulticias de gravedad supina como ese «delito de odio» para perseguir a disidentes y patriotas, al dictado de Ángela Merkel y George Soros, situando a España como una colonia de los poderes más oscuros del planeta.

O es un canalla malvado o es un simple idiota, y aunque es muy intenso en sus resentimientos, le damos el beneficio de la duda y le tenemos por lo segundo. No albergamos en Rambla Libre ninguna duda de que Mariano Rajoy es idiota, en grado agudo y terminal, que hace tiempo superó su nivel de incompetencia y al que, en justicia, habría que incapacitar.

Además, en términos de esa ideología de género que el PP ha asumido como bandera en su Congreso, con la ignorante trepa Cristina Cifuentes haciendo de vestal, es notorio que, penes y vuelvas al margen, Mariano Rajoy no tiene cojones.

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