Virginia Montes
Marine Le Pen sigue subiendo en las encuestas. Es la preferida de jóvenes y obreros y está entrando con fuerza en territorios que se le resistían como el Norte de Francia, así que hay que intentar pararla como sea: el Parlamento Europeo levanta la inmunidad, para que sea juzgada ¡por tres tuits de 2015 con ejecución del Estado islámico!
La líder del Frente Nacional está bajo investigación en Francia por publicar tres imágenes gráficas de ejecuciones cometidas por el IS en su cuenta de Twitter en diciembre de 2015, incluida la decapitación del periodista americano James Foley. La legislación francesa prevé penas -según las circunstancias- de multas y hasta tres años de cárcel por publicar imágenes violentas.
Marine Le Pen ha acusado de “movimiento político” la decisión del Parlamento Europeo. La líder identitaria se siente confiada en que «nada podrá detener su victoria», asentada en la realidad del estancamiento económico de Francia, principal granero electoral del Frente Nacional (FN).
Según los últimos sondeos, el 44% de los obreros votarán a Marine Le Pen, candidata del FN, en la primera vuelta de la próxima elección presidencial, el 23 de abril. Durante los últimos veinte años, entre un 25% y un 30% de los obreros franceses han votado a la extrema derecha. Al final de la presidencia de François Hollande, la tendencia se agrava. Y es muy particularmente sensible en regiones históricamente industriales (todo el norte de Francia), donde la crisis provoca estragos sociales.