Josep Sansano
El 20 de enero, Carolina Punset arremetió contra Albert Rivera y Ciudadanos por haber abandonado los “principios fundacionales” y haberse convertido “en la marca blanca del PP”. Lo hizo mostrando sus poderes, rodeada de cargos electos del partido en la Comunidad Valenciana. Se trató de una escenificación para alcanzar un pacto.
Según comentan a Rambla Libre fuentes internas de Ciudadanos, en ese momento estaba en pleno auge la campaña del clan del dátil contra Alexis Marí para desalojarlo como portavoz en las Cortes Valencianas. El clan del dátil quería poner en ese puesto a su jefe, Emigdio Tormo Moratalla.
El 4 de febrero, Carolina Punset y Alexis Marí, exguardia civil y exUPyD, se casaban en Valencia. Aunque entre los asistentes se mostraba disposición a pasar al grupo de no adscritos, la misma fecha de la boda ya era una manifestación de un acuerdo entre Albert Rivera y Carolina Punset, la única persona con dimensión mediática no para disputar el liderazgo pero sí para dañarlo.
La boda estaba prevista para el día 11 y se adelantó, de esa forma Carolina Punset no tenía que dar explicaciones por su no asistencia ni mantener su discurso crítico. Albert Rivera podía seguir con tranquilidad su propio guión. A cambio, Alexis Marí seguiría de portavoz de las Cortes Valencianas.
“Es todo cuestión de dinero”, señala una fuente próxima a Ciudadanos. Carolina Punset, como eurodiputada, y Alexis Marí, como portavoz en las Cortes Valencianas, suman una cantidad considerable de dinero público para su nueva vida de casados. Y también Emigdio Tormo está interesado en mejorar sus retribuciones de diputado con los pluses de la portavocía.
Como señala una fuente crítica que militó en Ciudadanos, “Carolina Punset no se diferencia de Albert Rivera. Ha hecho las mismas cosas cuando le ha convenido. Ha manipulado listas y se ha saltado la democracia interna cuando le ha venido bien para sus intereses”.
Aunque algunas fuentes califican el clima de que se vive en el grupo parlamentario de Ciudadanos en las Cortes de “irrespirable”, y apuestan por la ruptura, lo cierto es que el pacto de intereses está funcionando, aunque el clan del dátil no haya conseguido sus objetivos, por imperativo de la dirección nacional, que no ha creído conveniente el escándalo que representaría el fraccionamiento del grupo y el abandono de cuatro o cinco diputados.
El único movimiento ha sido la salida del diputado provincial por Valencia, José Enrique Aguar de la disciplina de Ciudadanos.
Francisco Sánchez, contrato sobredimensionado con Paco Torreblanca
Por otra parte, según ha podido saber Rambla Libre, el portavoz de Ciudadanos en Elda y director del CEU de Elche, Francisco Sánchez contrató un catering del Instituto Juan Gil-Albert, dependiente de la Diputación alicantina, con el repostero Paco Torreblanca por 10.070 euros, una cifra muy elevada para las prácticas de dicho Instituto, y sin precedentes, en el tiempo en que fue consultor de Torreblanca, tal y como el propio Francisco Sánchez refleja en el portal de transparencia del Ayuntamiento de Elda. Esta posible colusión de intereses fue denunciada ante la Fiscalía anticorrupción por César González, coordinador provincial de Coalición de Centro Democrático