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El gran partido identitario será fuerte contra la corrupción

Redacción




Bandera de España. /Foto: banderas-mundo.es.
Bandera de España. /Foto: banderas-mundo.es.

Editorial

Mano dura contra la corrupción, que no prescribe y que precisa tribunales especiales y juicios rápidos, casi sumarísimos. El gran partido identitario, cuyas bases sólidas se están poniendo y cuyos primeros firmes pasos se están dando, recuperará el sentido de la Justicia siendo fuerte contra los corruptos, depurando la Administración judicial de cuantos han sido complacientes con la corrupción, han mirado para otro lado o se ha plegado a consignas inmorales para ascender.

Rambla Libre es un medio acogedor para todos y cada uno de los grupos patrióticos, a los que respeta, difunde sus actividades, rompiendo la conjura de silencio del sistema, defiende de los constantes ataques criminalizadores y del intento de demolición de sus dirigentes. Sus miembros han resistido la presión mediática y judicial de la casta y son la vanguardia del gran partido identitario que ha regenerar España y recuperar su identidad, ahora mismo acosada por toda una trama política corrupta. Nadie sobra y todos hacen falta en el gran proyecto identitario español.

La Justicia recuperará su digno nombre, ateniéndose a la moral natural y al sentido universal de lo que es justo y la Policía tendrá como finalidad perseguir el delito y no ampararlo, cuando es cometido por políticos. El Código Penal será modificado para incrementar las penas en delitos de corrupción política, que empobrecen a la población y deterioran el tejido social de forma que los honrados son marginados o perseguidos, mientras los ladrones y los estafadores progresas y monopolizan la actividad mediante tratos de favor del poder político.

La corrupción no prescribe. Todas las sentencias habrán de ser revisadas. Los sumarios no se van a eternizar mediante artimañas de abogados litigantes, sino que las sentencias habrán de ser dictadas y ejecutadas en un tiempo breve. Por supuesto, el Ministerio de Justicia será suprimido y el Consejo General del Poder Judicial será despolitizado, tras una intensa depuración de jueces y fiscales venales, adictos a la casta y que hayan amparado sus latrocinios.

Un objetivo claro será recuperar el total de todo lo robado, mediante la confiscación de los bienes de los corruptos.

La honradez volverá a ser un valor en la sociedad española, un elemento clave de nuestra identidad.