Luis Bru
Nueva petición de dinero a los telespectadores por parte de Julio Ariza. Lo que queda, casi ni las raspas, de El gato al agua hizo ayer un programa especial de dos horas del tipo de los que hacen las televisiones para causas humanitarias pero en este caso era de nuevo solicitar donaciones para Intereconomía.
Ya no se repitieron los argumentos de la primera vez en los que se asustaba a la audiencia con una operación de Rubalcaba para cerrar Intereconomía, cuando la causa de la penosa situación era la mala gestión de Ariza. No estuvo entre los mendicantes Javier Algarra porque ha abandonado Intereconomía. Junto a Gonzalo Bans, todavía estaban en tan patético espectáculo Xavier Horcajo, Eduardo García Serrano, Kiko Méndez Monasterio y José Javier Esparza, como figuras más destacadas. Una chica Intereconomía indicaba que había operadoras telefónicas para recibir las llamadas. Un call center, desde donde se informaba de pensionistas que «no tienen ni para sus gastos» pero «hacen una pequeña aportación a Intereconomía«. ¿Se puede caer más bajo? Un escaso público completaba la escena esperpéntica.
Todavía Julio Ariza no ha informado del destino final del dinero de lo que se llamó Club de Amigos de Intereconomía.
Los trabajadores de Julio Ariza llevan tres meses sin cobrar la nómina, con lo que se puede decir que están financiando a la empresa, pues cada día tienen que pagarse el transporte para ir a un lugar de trabajo donde no se les paga.
Intereconomía lleva 23 meses en un concurso de acreedores que no está sirviendo para que los proveedores cobren -69 millones de euros de deuda- ni Hacienda -11,1 millones- ni tampoco los trabajadores, que, desesperados, solo esperan el cierre para poder reorganizar sus vidas y terminar su calvario.
De hecho, Julio Ariza –con este tipo de apariciones estelares- apenas pisa la sede de lo que queda del Grupo, delegando la gestión en su hijo Gabriel. Tampoco ha salido la aventura gallega.