Enrique de Diego
Bertín Osborne es un folclórico, un caradura simpático, que hace con los políticos lo que Madonna prometió hacer a todos los votantes de Hillary. Ahora le ha tocado lavarle la cara al cocinitas José Bono, que por algo se puso el alias de “el paellas” en su cuenta corriente del Banco Santander en Las Bahamas con 160 millones de euros, compartida con su consuegro Raphael.
Bertín Osborne y José Bono en este infecto lavado de cara han empezado su desfachatez por hacer el programa en la casa de Salobre, la única herencia que le dejó su padre, preclaro falangista local, aunque la heredó en condiciones mucho más precarias, que Bono puede sacar y saca de tanto como destaca. Podían haber hecho el programa en el chalet de Olías del Rey, donde los guardias civiles se mueren de frío en la garita. O en el ático de la Calle Velázquez con vistas al Retiro, o en el inmenso piso de la Calle San Justo, del Madrid de los Austrias, o en el chalet de Vargas, o en el piso de El Campello o en los dos áticos de Estepona o en la mismísima Hípica Almenara para que se luciera en los saltos de caballo José Bono Jr. ¡Cuánta hipocresía mostrándose como una austera familia de clase media en la casa de los padres!
Dejo al margen a Bertín Osborne que cumple su finalidad de ganarse la vida muy bien arrastrándose como un lacayo, y que no hizo pregunta alguno sobre el ingente patrimonio inmobiliario del entrevistado. Voy a éste, con la repulsa moral que me provoca su corrupción, que tanto deteriora las deterioradas instituciones. Estamos ante una persona que en el año 2001 –ayer- declaró en las Cortes de Castilla La Mancha tener unos ingresos de 96.000 euros y unas deudas de algo más de 495.000. Bono declaró en el programa que “España no roba a Cataluña, los que roban son otros”. Y eso es completamente cierto. El que roba, a manos llenas, es Bono. El que roba a manos llenas es Pujol. Los que roban a manos llenas son los miembros de esta casta avariciosa y depredadora. Pero de los que más ha robado, el que ha batido récords ha sido Bono. España está como está, que se cae a pedazos, por Bono, por los Bono. Y está, que no tiene ni para pagar las pensiones, por Bono y los Bonos de España. Bono se ha enriquecido sobremanera mientras quebraba Caja Castilla La Mancha, mientras naufragaba El Quiñón de Seseña, mientras se hundía en el ridículo el aeropuerto de Ciudad Real, no sin que unos cuantos se lucraran sin medida.
Todo el mal de España, pasando por la falta de Justicia, pasando por esa cloaca inmunda que es hoy la Justicia en España, al servicio de los tiburones y los corruptos, es ¿por qué no tiene Bono los bienes incautados y está esperando sentencia tras un juicio justo?
Caso Bono (6): El sueño equinoccial de El Pocero en Seseña y la conexión Zaplana
http://ramblalibre.com/2017/01/24/caso-bono-2-la-abultada-cuenta-de-el-paellas-y-el-bombillas/