Pablo Barrón. Delegado de Rambla Libre en Galicia.
Si encuentro a alguien que anteriormente a mí lo explicase, rectificaré, si no es así, puedo presumir de ser el primero que escribió y dijo que la moción de confianza en La Coruña era un hecho inevitable.
Llego el día en el que se concretó.
El voto en contra, del Partido Popular y el PSOE ha impedido al Gobierno local de Marea Atlántica sacar adelante su cuestión de confianza, y tampoco la aprobación del presupuesto de este año.
Avia Veira, del BNG votó sí a la Marea Atlántica en la investidura y votó a favor de la cuestión de confianza.
Las intervenciones estuvieron en lo que a mí respecta, en la línea de lo esperado.
Avia Veira estuvo correcta, directa y resolutiva.
Basó su discurso en reproches generalizados por la falta de autocrítica de los grupos. Manifestó que se puede estar perdiendo una oportunidad por no haber voluntad de diálogo.
Dijo también que raras veces las urnas dan una segunda oportunidad a los gobiernos alternativos. Y, que de seguir así, será inevitable un gobierno popular.
José García, portavoz socialista para la ocasión con un discurso muy estudiado, se encontró muy cómodo en su turno.
Reprochó la gestión del Gobierno local y aseguró que les preocupa que la ciudad recupere la posición que tenía antes de ahora y del Partido Popular, al tiempo que defendió la labor de los Ejecutivos socialistas con los que, dijo, La Coruña experimentó sus momentos más brillantes.
No aclaró si su partido intentará montar una moción de censura, que era lo más esperado de la mañana.
Rosa Gallego, empezó algo incómoda, pero el discurso fue brillante y desenfadado.
Defendió el papel del PSOE frente a Marea en la negociación de los presupuestos, pidió la dimisión de Xulio Ferreiro en muchas ocasiones, sin duda lo más divertido de la mañana.
Criticó con dureza que Ferreiro se subordine a la Marea Atlántica con el veto a Mar Barcón, cuestión que negó el ahora alcalde en funciones.
Por supuesto, hubo el esperado rifirrafe, el y tú más con el que se suelen comenzar estos debates plenarios. Con descubrimiento de negociaciones secretas y grabaciones incluidas. Debo decir que fue Xulio Ferreiro el primero que cruzó la línea de la privacidad, algo que fue reprochado por el resto de grupos políticos.
Durante la sesión, el alcalde y el concejal socialista José Manuel García, que ejerció de portavoz a falta de un edil que ocupe ese cargo, se acusaron de no querer llegar a un acuerdo.
Ferreiro insistió en que no hay nada contra los socialistas y animó al PSOE a preguntar por ello al presidente de la Diputación, Valentín González Formoso.
El alcalde aseguró que la cuestión de confianza no era el escenario deseado.
Populares y socialistas tienen ahora un mes de plazo para presentar una moción de censura para sustituir al equipo de gobierno o el presupuesto se entenderá aprobado inicialmente, algo que ya explicamos hace unas fechas.
Mar Barcón está ya muy cerca del bastón municipal, único objetivo de la doctora socialista. Y vuelvo a decir que será con la bendición del Partido Popular.
En 30 días, nuevo capítulo y luego volveremos a hablar de Ferrol y Santiago.