Enrique de Diego
El multimillonario Bono, otro hipócrita, de marca mayor. Otro que no quiere muros, salvo en su casa de Olías del Rey. En su día declaró: “En Castilla-La Mancha nunca exigiremos papeles a los inmigrantes”. A los inmigrantes, no, pero a los fotógrafos de Abc, sí. La Guardia Civil pidió la documentación a dos que habían ido a hacer fotos del chalet de Olías del Rey –con los muros bien altos y garita vigilada por la Guardia Civil, seis años después de haber dejado la política- y luego dos guardia civiles se desplazaron a la casa de uno de ellos, en un caso gravísimo de coacción a la libertad de expresión.
Bono era partidario de dar todos los servicios gratis a los inmigrantes “sin mirar si tienen o no su situación regularizada”. Pero este multimillonario ni siquiera es capaz de pagar su propia seguridad, que corre a cuenta del Ministerio del Interior, del contribuyente.
Y nada de los dichosos puentes. Alrededor de la casa de Olías del Rey todo son muros, los de la casa, y a lo largo de la fachada y el perímetro una línea amarilla prohíbe estacionar y frente a la puerta de entrada, otra marca blanca continua con dos señales de prohibido aparcar y parar.
Y encima los guardias civiles están vigilando un chalet vacío, pues se ocupa muy pocos días al año, y en unas condiciones de esclavismo. Bono quitó de la garita el aparato de aire acondicionado y lo llevó a la casa donde viven dos personas de servicio. Y para el invierno solo hay un calefactor de bajo consumo. “La garita es un horno en verano y un congelador en invierno y todo porque Bono no quiere que se generen gastos de luz”, dice un agente. La AUGC califica la situación de “desprecio a la dignidad de los agentes”.
Todos los servicios gratis a los ilegales, pero ni un calefactor a los guardias civiles. ¡Qué le retiren ya la escolta! Por lo normal, se mantiene seis meses desde que se deja el cargo; el multimillonario Bono lleva seis años.