Enrique de Diego
No hay nada peor para una buena causa que un mal abogado y tú lo eres pésimo. No generas más que confusión. Y cada vez se hace más evidente que eres una operación de distracción del Partido Popular –has tenido gestos muy claro de doble agente, de sumisión, como no presentar a Vox en La Coruña- para evitar el surgimiento de un gran movimiento identitario, de una derecha alternativa y regeneradora.
Vox surgió como el PP auténtico. Y lo hizo en un momento oportuno: cuando Alejo Vidal-Quadras y tú os quedasteis sin puesto en la lista. No es que algunas de las ideas que defiendes y propugnas no sean válidas, es que careces de autoridad mora para sostenerlas. Es casi una broma de mal gusto que plantees suprimir las autonomías después de haber sido media vida diputado autonómico. Eso se puede hacer pidiendo perdón y desapareciendo del escenario.
El PP auténtico conservador, pero tú, con tu mentor Julio Ariza, del que ahora eres un pelele capaz de hacer operaciones tan ridículas como presentarte como líder identitario a base de selfies, a por lo único que vais es a por la pasta. Tú, a vivir de la política, que es lo único que sabes hacer y es verdaderamente chocante que liderando un partido al que has llevado a la inexistencia -45.000 votos en las generales, 711 en la circunscripción de Álava en las autonómicas- lo primero que hiciste fue ponerte un sueldo de 3.500 de euros mensuales. Trump ha renunciado a él; tú lo primero que hiciste fue ponértelo.
Apestas a quintacolumnismo pepero. No hay nada más viejo, como operación de distracción, que poner a alguien a confundir a la gente, dándole algo de protagonismo, para que no pueda organizarse, para desilusionarla, y ese eres tú. Y ya haciendo tándem con Julio Ariza, el gran moroso, el que ni paga ni indemniza, el que maltrata a los trabajadores mientras se da hipócritas golpes de pecho, el que no tiene buen olor de Cristo, sino el hedor nauseabundo de la secta farisaica, sois una pareja patética, capaces de dar una foto de un defensor del Daesh haciendo como sale de la Torre Trump. Sois un par de vetustos manipuladores, engañando y enredando a la buena gente. Estáis acabados.
Santiago Abascal, lo mejor que puedes hacer es dimitir, irte, ponerte a trabajar por una vez en tu vida y disolver el partido. No eres la derecha alternativa, sino la más rancia luchando por seguir en el machito.
Santiago Abascal asistió a la cumbre de Coblenza como periodista de Intereconomía
Abascal patético: Un defensor del Daesh en la puerta de la Torre Trump