Miguel Sempere
Javier García Isac, director de Radio Ya, Miguel Blasco del Álamo, director de Aquí La Voz de Europa, y Ramiro Grau Morancho, prestigioso abogado, coinciden en que la sentencia contra los patriotas de Blanquerna es injusta, desproporcionada, una vergüenza nacional. Y los tres consideran necesario acudir a la manifestación del día 28, a las 11,30 horas, en la Puerta del Sol de Madrid.
Para Javier García Isac, la sentencia “es una vergüenza para España y para los españoles. Por encima de cuestiones ideológicas, esto demuestra que la justicia no es igual para todos”. Se trata de una sentencia que ella sí establece una discriminación ideológica: “existe una auténtica persecución contra todos aquellos que estamos en contra del pensamiento único. Que lastima que lo políticamente correcto sea atacar la unidad de España y encarcelar a todos aquellos que claman por su unidad. En definitiva, es una aberración judicial que lo único que consigue es un mayor alejamiento del ciudadano de a pie con la administración de justicia”.
Para el abogado Ramiro Grau Morancho, colaborador de Rambla Libre, a la espera de la lectura completa de la sentencia, “por la escasa entidad de los hechos, me parece desproporcionada y, por lo tanto, injusta”. Para Grau Morancho, “el Tribunal Supremo se está inclinando peligrosamente a babor… Parece que huelan que el PP va a permanecer poco tiempo en el poder, y hay que hacer méritos ante los nuevos «amos», que siempre hay plazas que cubrir en el Consejo de Estado o en el Tribunal Constitucional”.
Además, “si agredes a un político, estás jodido. Gozan de una especial protección, y ello a pesar de que la propia sentencia, en la ojeada rápida que le he echado, reconoce que alguno de los agresores desconocía que se estaba enfrentando con una autoridad pública, concretamente con el Delegado de la Generalidad en Madrid. (Pongo Generalidad en español, para que se jodan, y espero que no me imputen, también, por ello). De cualquier forma, esta sentencia se la debemos, también, a Ruiz Gallardón, que reformó el Código Penal, dando cabida a este tipo de delitos, podríamos decir que «peculiares», pues se pretende perseguir a los disidentes políticos, y a quiénes se alejan -nos alejamos- de lo políticamente correcto”.
Para Miguel Blasco del Álamo, la sentencia es “una barbaridad y un disparate jurídico. Ni se impidió la celebración del acto ni hay ningún «odio a la ideología catalanista». Si es así cualquier protesta debería implicar «odio» pues, evidentemente, se protesta contra aquello con lo que no se está de acuerdo”.
“Ya venimos avisando años sobre estos «agravantes por odio ideológico, nacional o étnico» diciendo que son coladeros introducidos en la legislación para que las élites políticas y judiciales persigan y encarcelen a quien a ellos les dé la gana. Lo de Blanquerna fue una protesta totalmente pacífica en la que no hubo ninguna agresión. Es ridículo condenar a casi 4 años de cárcel a alguien por algo así. Comparemos eso con los cientos de escraches violentos que llevan a cabo la extrema izquierda y los separatistas cada dos por tres sin que nunca les pase nada. El doble rasero es vergonzoso”.
A Javier García Isac le parece necesario acudir a la manifestación de apoyo, el sábado 28, para “defender a todos aquellos a los que se pretenden encarcelar injustamente y cuyo único delito real es amar a España. Es el momento de dar un paso adelante y denunciar la persecución a la que están siendo sometidos desde hace ya algunos años. No podemos permanecer impasibles, hoy son ellos, pero mañana puede ser cualquiera de nosotros. Es una obligación moral acudir a la concentración del próximo día 28”.
Para Ramiro Grau Morancho, “hay múltiples razones para asistir a la manifestación: manifestar la discrepancia con la Sentencia, e incluso con el propio Tribunal Supremo, al menos con la Sala Segunda de lo Penal, que es la que ha dictado la Sentencia. Solidarizarse con esos muchachos, posiblemente equivocados en su acción, pero que actuaron con la mejor intención: la defensa de España y de los españoles. Llegar a la opinión pública, para que vea que no todos comulgamos con ruedas de molino”.
Para Miguel Blasco, “esto ha dejado claro que las élites del Régimen-78 están en contra de los intereses nacionales de España. Esto ha sido una orden directa del separatismo catalán al gobierno de España, en plena negociación en la que están inmersos para llegar a algún tipo de solución pactada al actual conflicto, y los separatistas han pedido la cabeza de los que entraron en Blanquerna como un gesto de buena voluntad por parte del gobierno. Y el gobierno, compinchado con las altas instancias de la judicatura, se la ha dado. Todos debemos ir el día 28 a Madrid porque esto le puede pasar a cualquiera. No sólo a estos militantes Nacionales, sino a cualquier otro, sea de la sigla que sea. Cualquier persona noble debe acudir, sea liberal, católico o incluso de esa izquierda honrada que es consciente de que las élites políticas, judiciales y financieras pertenecen a grupos de poder que hacen lo que les da la gana para mantener sus actuales privilegios. Por eso debemos acudir y, sobre todo, para apoyar a los condenados, en este difícil momento que están pasando”.