Luis Bru
Carolina Punset ha tardado demasiado en darse cuenta de lo obvio: Albert Rivera no es un líder, es un oportunista, un veleta sin sustancia ni contenido. Y Ciudadanos es la marca blanca del PP, financiado por la casta para cumplir ese papel. La idea de que Carolina Punset defiende los principios fundacionales es torticera, porque esos son los principios fundacionales.
En la sede del Parlamento europeo en Madrid, Carolina Punset, respaldada por siete cargos públicos de Ciudadanos en Valencia -diputados de las Cortes y de la Diputación-, ha arremetido con dureza contra la dirección de Ciudadanos comandada por Albert Rivera, a la que ha acusado de convertir a la formación «en una marca blanca del PP» con el cambio de ideario propuesto y por el pacto con Mariano Rajoy y con los ‘populares’. Defiende que un partido como «Ciudadanos es necesario, pero no por este camino».
Punset pide a los afiliados que levanten la voz y se revuelvan contra lo que consideran el mayor control que el aparato quiere ejercer sobre las bases. Ante la contradicción que pudiera suponer este duro ataque y la renuncia a presentar un proyecto alternativo, como ha retado la dirección de Rivera, la eurodiputada defiende su posición: «Si la intención fuera destruir el proyecto habríamos dimitido o tirado la toalla. No es esa la intención, sino sumar, ser constructivas y hace una crítica leal, porque la deriva que está tomando el partido es equivocada, y la está tomando la dirección del partido”.
El ataque de Punset se centra, entre otros asuntos, en lo que considera una renuncia a los principios de base y la relajación en la confrontación contra el nacionalismo y el regionalismo. «Es un error estratégico y un fraude ideológico porque se está renunciando a la transversalidad. Se puede cambiar de propuesta, pero no de principios, porque entonces cambia el partido. Siendo un partido liberal a secas, prescindiendo de la socialdemocracia, se nos convierte en un partido que ya existe, que es el PP