Miguel Sempere
Cambio copernicano de línea en el Gobierno y en el PP, María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa, pide perdón “en nombre del Estado”. Y en una clara indirecta a Federico Trillo: «Entre mis defectos no está la soberbia», aseguró esta tarde en el Congreso de los Diputados.
Y ¿por qué se ha tardado tanto? ¿Por qué se ha maltratado a las víctimas remitiéndolas al psiquiatra? ¿Por qué se primó a Trillo con una Embajada de postín? Porque es el hombre que sabía demasiado, como lo describió magistralmente Yrene Calais en Rambla Libre.
Cospedal, que se está legitimando a sí misma, cuando hay mucha tela que cortar en su cigarral, manifestó su «apoyo y compromiso inquebrantable» con las víctimas del accidente aéreo del Yak-42, acaecido el 26 de mayo de 2003 sobre la ciudad turca de Trebisonda y en el que murieron 62 militares españoles que regresaban de su misión en Afganistán y 13 miembros de la tripulación de la aerolínea UM Air.
«Siguiendo las conclusiones voy a reconocer la responsabilidad patrimonial de la Administración. Por ello tenemos la obligación moral de honrar la memoria de las víctimas, pedir un digno reconocimiento para ellas y sus familias. Y así lo queremos hacer con este cambio de consideración. Debemos aprender de la tragedia, se lo debemos a ellos, los fallecidos, y en ello el Ministerio de Defensa ha puesto todos los medios para que esto no vuelva a producirse».
Cospedal recordó que el reconocimiento de esa responsabilidad patrimonial del Ministerio de Defensa no supondrá restablecer compensación económica alguna a los familiares de las víctimas pues ya estaban ajustadas a derecho, en diferentes causas judiciales, con anterioridad al dictamen del Consejo. «Las víctimas lo merecen, las familias lo necesitan y la sociedad nos lo pide», concluyó Cospedal.
Por su parte, el portavoz socialista, Antonio Hernando, aseguró que «ignominioso sería que la ministra o él mismo quisieran sacar rédito de la comparecencia. Los familiares merecen una justa reparación. Nos lo exigen las víctimas y el compromiso con la realidad de las víctimas».
Hernando se refirió a la «indigna actuación» del ministro Trillo que afecta al PP y a «aquel Gobierno que le dio un puesto». Hernando habló de la actitud del propio ministro de Defensa (2000-2004) como de «arrogancia», «un lamentable ex ministro».
Por su parte, Albert Rivera subrayó también que la dignidad pasa «por pedir perdón»: «Nunca deja de sorprender su falta de humildad con la gente. No lo ha hecho, y han perdido una oportunidad», aseguró el líder de Ciudadanos refiriéndose al PP en su conjunto.
El líder de Podemos, que dijo no querer sacar rédito político del caso, quiso basar su intervención en una batería de preguntas sobre las lagunas del caso, entre ellas, las quejas previas de la seguridad de esos aviones «y que no se hiciera nada previamente», la ausencia de la prima de seguro o las contrataciones opacas previas.
Especial énfasis hizo Iglesias en que la ministra desenmarañara la siguiente cuestión: «¿Cómo se pagó 149.000 euros por un vuelo, y la compañía Ukraine Mediterranean Air Lines sólo recibió 38.500 euros? Un vuelo a precio de oro, por el que nuestros militares fueron en un viaje basura. ¿Qué falló para que la Administración desconociera la cadena de subcontrataciones?».