Virginia Montes
Barack Husein Obama, el más nefasto presidente de la historia de Estados Unidos, está demostrando tener muy mal perder, y con él el partido demócrata. Sus últimas maniobras para enrarecer las relaciones con el Kremlin están resultando ridículas. Donald Trump ha venido a llamarle tonto.
La doctrina destructiva de George Soros, el jefe de Obama y de Hillary Clinton, es inventarse una segunda guerra fría. Una estrategia que era muy peligrosa. Obama está insistiendo en ella, cuando ya no es propiamente el presidente sino alguien que debe proceder al traspaso de poderes.
La derrota le ha sentado tan mal que se está mostrando el peor Obama. Primero expulsó a 35 diplomáticos rusos y luego ha lanzado a los cargos políticos de la CIA a plantear una duda –por cierto, sin pruebas- sobre unos ciberataques que habrían condicionado la elección presidencial.
El presidente electo Donald Trump escribió en su cuenta de Twitter unos posts dedicados a las futuras relaciones entre Rusia y EEUU.»Tener una buena relación con Rusia es una buena cosa, no hay nada malo en eso. Sólo las personas ‘estúpidas’, o tontas, pensarán que es malo«, opinó Trump. «Nosotros tenemos suficientes problemas en todo el mundo además de ese. Cuando sea presidente, Rusia nos respetará mucho más que ahora y los dos países, tal vez, trabajarán juntos para resolver algunos de los numerosos y apremiantes asuntos del MUNDO!», destacó. Anteriormente, el presidente electo dijo en una entrevista con The New York Times que la tormenta que rodea al supuesto hackeo ruso durante la campaña presidencial es una caza de brujas política llevada a cabo por sus adversarios, avergonzados por su pérdida en las elecciones presidenciales.