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No hay dinero para pensiones, pero el PNV paga 875 euros mensuales a terroristas islamistas

Redacción




Cobró del Gobierno vasco de Urkullu mientras combatía en Siria.
Cobró del Gobierno vasco de Urkullu mientras combatía en Siria.

Josep Sansano

Es una auténtica locura. Iñigo Urkullu ha pagado y sigue pagando 875 euros a un terrorista islamista, que ha sido condenado a tres años y medio de cárcel. Hasta que no ingrese en prisión, Ahmed Bouguerba seguirá cobrando la prestación para que no le falte de nada.

Ahmed Bouguerba, el argelino de 31 años afincado en Bilbao que fue detenido por la Ertzaintza y acaba de ser condenado a tres años y medio de cárcel por «autoadoctrinarse» en terrorismo yihadista, sigue cobrando la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), la ayuda social que el Gobierno vasco concede a personas en riesgo de exclusión. Bouguerba recibe 625 euros de RGI, más otros 250 euros complementarios para el alquiler de una vivienda. Según ha podido saber este periódico, llevaba siendo perceptor desde 2011, cuando tenía 26 años.

Delinquir no es motivo para que se suspenda la RGI, por lo que pese a haber sido condenado por un delito relacionado con el terrorismo, sigue cumpliendo las condiciones para ser un perceptor. Sólo una vez que ingrese en prisión, y aún no lo ha hecho, dejará de recibir esa cantidad, ya que se considera que un preso tiene la manutención y el techo garantizados, según informa El Correo.

Bouguerba, que luce una tupida barba negra, fue detenido por la Ertzaintza en julio de 2015, acusado de enaltecimiento del terrorismo. En su teléfono móvil se localizaron 70 fotografías de propaganda e imágenes del Daesh, 12 de personas ejecutadas y cinco de líderes de organizaciones terroristas como Osama Bin Laden o Abu Bakú Al-Baghdadi. Un juez de la Audiencia Nacional le dejó entonces en libertad con medidas cautelares, como presentarse periódicamente ante el juzgado. Recientemente, acaba de ser condenado por este mismo órgano judicial, que se encarga de los delitos de terrorismo, a tres años y medio de cárcel y cuatro más de libertad vigilada.

La resolución relata cómo el acusado, a través de un perfil en Facebook con su nombre y apellidos, publicó un comentario en enero de 2014 en el que decía: «Van a venir ejércitos de fieles luchadores que esperan la guerra contra Israel y vamos a derrotar a los Estados Unidos e Israel y sus chivatos, si Dios quiere». Además, dio a «me gusta» en una página llamada «Organización Estado Islámico».

En la sentencia se le considera «lugarteniente» del imán de la mezquita salafista de Barakaldo, Ibrahim Mohamed Hijjo, que fue expulsado por los responsables del templo por lanzar proclamas radicales entre sus fieles. Bouguerba habría superado ya las cuatro fases del autoadoctrinamiento: la del victimismo (el musulmán es una víctima), la de culpabilización (identificación de grupos responsables), la solución (¿soy buen musulmán? ¿qué debo hacer?) y la del activismo (justificación de la violencia).

«Queda acreditado el adoctrinamiento pasivo o autoadoctrinamiento del acusado Ahmed Bouguerba, recibido a través de autoridades islamistas religiosas de ideología radical, así como el uso de las redes sociales canalizadoras de tales ideologías, con la finalidad de perseguir los fines del Daesh, sin olvidar su actividad proselitista difundiendo consignas y mensajes por Internet a favor de dicha organización terrorista», concluye el tribunal.

Del círculo de Redouan

En el juicio, el joven negó los hechos, rechazó la violencia del Daesh y alegó que le suplantaron la identidad en Facebook y que desconocía por qué estaban las fotos en su teléfono. Esta detención era la primera de un yihadista por parte de la Policía autonómica desde principios de 2008, cuando se arrestó a tres individuos en Vitoria acusados de realizar labores de «proselitismo» a favor de grupos islamistas radicales.

Este joven frecuentaba también el círculo de Redouan Benshib, el joven marroquí de 26 años, domiciliado en Barakaldo que murió combatiendo por la yihad en Siria en 2014. Las fuerzas de seguridad creen que también Redouan fue radicalizado por ese mismo imán. Tras el fallecimiento de este joven por disparos de un francotirador se desató una gran polémica en Euskadi al revelar este periódico que siguió cobrando la RGI después de muerto. Antes de partir hacia Siria había encargado a un amigo que sacara el dinero por él y enviase parte a su familia en Marruecos. La Ertzaintza detuvo a dos jóvenes por formar una «trama organizada» para el fraude en la RGI.

Fuentes de las fuerzas de seguridad en el País Vasco temen que las redes del yihadismo estén utilizando las ayudas sociales para mantener a células «durmientes», a la espera de pasar a la lucha.

Redouan Bensbih cobró 836 euros mensuales mientras luchaba en Siria

El joven marroquí de 26 años Redouan Bensbih, afincado en Bizkaia y que murió el pasado mes de marzo combatiendo por la yihad en Siria, cobraba ayudas sociales desde hacía cinco años. Concretamente desde septiembre de 2009, según confirmaron ayer fuentes oficiales del Gobierno vasco. Bensbih recibía 836 euros mensuales en concepto de Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Lo más escandaloso, sin embargo, es que siguió percibiendo esa cantidad cuando ya había salido de Euskadi. Se calcula que empezó a realizar entradas y salidas del país en septiembre de 2013. E incluso continuó cobrando el subsidio para personas con escasos recursos una vez fallecido, según ha podido saber este periódico. Cuando muere un perceptor de la RGI, el Servicio Vasco de Empleo (Lanbide) debería recibir una notificación del fallecimiento para interrumpir la ayuda, que en este caso no se produjo. 

 

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