Miguel Blasco del Álamo. Director de La Voz de Europa.
Este 2 de enero, como cada año, se ha celebrado en Granada la liberación de la ciudad por parte de los Reyes Católicos. Sí, liberación. Gracias a la cual Granada fue incorporada al bando de la civilización cristiana y occidental, y ha podido desarrollarse hasta nuestros días como una ciudad libre y próspera. Como cada año, el acto empieza en la Capilla Real, donde están enterrados los Reyes Católicos, lugar en el que las principales autoridades municipales realizan una ofrenda floral. Allí tremolan el Pendón (una réplica del original con el que los Reyes Católicos entraron en la ciudad el 2 de enero de 1492) para luego dirigirse a la Plaza del Carmen, donde está el Ayuntamiento de la ciudad.
La plaza es el punto central de la celebración y en ella se reúnen miles de personas para recordar fecha tan importante, no sólo en Granada, ni siquiera en España, sino en toda la Cristiandad, donde las celebraciones fueron numerosas y espectaculares, incluyendo Roma o Inglaterra. En la misma Barcelona los festejos fueron espectaculares. Al empezar el acto, la comitiva municipal entra en el ayuntamiento mientras en la plaza desfilan legionarios y una banda de música militar entona el Himno Nacional de España. Después, desde el balcón del ayuntamiento, se celebra el tradicional ‘Granada qué’ consistente en saludar a la gente desde el Ayuntamiento repitiendo tres veces: “¿Granada, Granada, Granada?” mientras la multitud responde:”¿Qué?” , ritual que se cierra con el lema:»Por los ínclitos Reyes Católicos, Don Fernando V el de Aragón y Doña Isabel I de Castilla, ¡Viva España!, ¡Viva el Rey!, ¡Viva Andalucía! y ¡Viva Granada!”.
Una fiesta auténticamente popular que en los últimos años se ve atacada por los grupos y por la prensa independentistas, antirracistas y de izquierdas, no sólo andaluces, sino de toda España, calificando la celebración de “arcaica”, “trasnochada” y “xenófoba”. Ya es curioso que sean grupos separatistas andaluces xenófobos anti-españoles los que den lecciones de xenofobia, y más curioso aún que hablen de tolerancia y derechos humanos aquellos que defienden la islamización de Granada, de Andalucía y de toda España. En un momento en el que, en nombre del islam, se ha exterminado a los cristianos de Oriente Medio y en el que los musulmanes cada vez disimulan menos su intención de proclamar un califato en Europa imponiendo su terrible sharia, todos estos idiotas nos piden que dejemos de celebrar lo que somos y que seamos más “tolerantes” con el islam. ¿Tolerantes con aquellos que quieren someternos?¿para que vuelvan a implantar en España aquel infierno para los cristianos llamado Al-Andalus? lo siento pero nos negamos.
Por suerte, a pesar de la propaganda, una parte de los granadinos se niega a rendirse. Cada año acuden grupos patrióticos a celebrar el acto con el pueblo de Granada. Democracia Nacional es el que lleva acudiendo desde hace más tiempo y este año tampoco ha faltado a la cita. Se han cantado consignas como “España cristiana no musulmana” y “Hoy como ayer Fernando e Isabel”. Por el contrario, en una esquina del acto, marginados del resto de la plaza, un grupo de 30 separatistas andaluces, con sus banderas independentistas, han gritado sus consignas de rechazo a la Toma, siendo despreciados por la mayoría de los asistentes.
Veremos a ver hasta cuándo se podrán celebrar este tipo de actos en esta dictadura del pensamiento único en el que se está convirtiendo España. Pronto, actos como el 2 de enero, los homenajes a Jaime I de Aragón, las fiestas de Moros y Cristianos…serán decretadas ilegales por “islamófobas” e “intolerantes”. Desde luego, es lo que pretende el Sistema, aunque el arraigo popular de estas fiestas hace que de momento no se atrevan. Pero teniendo en cuenta las declaraciones políticamente correctas de todos los políticos de Granada hablando de “tolerancia” y de “convivencia”, es posible que acabe pasando antes de lo que pensamos ¿De qué “convivencia” hablan? El 2 de enero no se celebra ninguna convivencia ni tolerancia. Se celebra el final de una lucha a muerte entre la España cristiana y el ocupante musulmán, que sólo podía acabar con la victoria de uno de los dos. Y, por suerte para nosotros, ganaron los cristianos. En esta época oscura en la que nos encontramos, en la que todo indica que vamos a otro choque con un islam cada vez más agresivo, no necesitamos más hijos de Witiza ni más Condes don Julianes que nos desarmen moralmente antes de empezar la batalla. Necesitamos más Reyes Católicos, más Garcis Fernández, más Fernandos III, más Alfonsos VI, más Jaimes de Aragón, más Jimenez de Rada…de lo contrario, la próxima reconquista será la de España y Europa por parte de los musulmanes.