Enrique de Diego
La mejor inocentada del año, sin duda, la ha protagonizado el PP, aunque se adelantó algún día a la tradición. Un no-reproductor, Javier Maroto ha presentado la ponencia social de cara al próximo Congreso cuyo objetivo es frenar el envejecimiento de la población. Vaya por delante que se trata de retórica pues las medidas que plantea servirán de poco o empeorarán la situación: no hay modificación alguna al aborto como falso derecho y se cuela la inmigración como una de las soluciones, cuando ya se ha visto que eso es marchar hacia el culturalismo y hacia el conflicto. La gente se está hartando y mucho del PP y su corrección política suicida lo que ocurre es que no tiene alternativa, pero eso es cuestión de tiempo. Tampoco se dice nada sobre la custodia compartida. Lo único que vemos es que están financiando la islamización de España y trayendo presuntos refugiados.
Ahora que ya sabemos que ser homosexual no es ninguna enfermedad, que no precisa terapia, sino que es una libre elección de la persona, pues también sabemos que Javier Maroto ha decidido libremente ser homosexual y no reproducirse, así que es la antítesis de la solución a la caída de la natalidad y al envejecimiento de la población. En esa materia, es un mal ejemplo.
No me imagino –aunque pudiera darse- a un padre de familia numerosa presentando los festejos del día del orgullo gay. O a una madre de familia numerosa escribiendo en Tribuna feminista. Sin embargo, queda de lo más correcto que un homosexual fomente la natalidad que él libremente se ha negado. Evidentemente, una de las causas de la caída de la natalidad es el incremento de la homosexualidad. El colectivo LGTBI es tan respetable como estéril. Es negativo para la natalidad. Si nos atenemos al imperativo categórico de Kant, el colectivo LGTBI acabaría con la especie y con la natalidad en España.
Según explicó el vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, el envejecimiento de la población debe abordarse desde varios aspectos tales como el empleo (como parte de la consolidación económica y objetivo principal del PP), la atención a las políticas de mayores y las pensiones (apuesta decidida por el sistema público y por un gran consenso político); el retorno de los españoles emigrados (que puedan trabajar en nuestro país) así como la solidaridad en materia de inmigración (siempre que sea acorde a la legalidad, ordenada, respetuosa con la sociedad de acogida y compatible con su incorporación al mundo laboral). Especial hincapié hizo en el fomento de la natalidad, el apoyo a la familia y la conciliación.
Lo dicho: que Javier Maroto haga hincapié en la natalidad o es una muestra de bonhomía por su parte o una exaltación de la incoherencia o una entrañable y patente inocentada. Esto parece Maroto el de la moto. Desde luego, Javier Maroto no predica con el ejemplo.