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La que eres repugnante eres tú, Merkel

Redacción




Ángela Merkel. /Foto: telegraphcouk.com.
Ángela Merkel. /Foto: telegraphcouk.com.

Enrique de Diego

Nos dijeron que eran sirios que huían del horror de la guerra. Les dijimos que eran excedentes de población de las fracasadas sociedades islámicas, sin ética del trabajo y fanatizados. Nos dijeron que eran pobres niños que llegaban sin familia, les explicamos que los lanzaban las familias a vivir de los europeos para poder tener más. Mintieron y engañaron: ahora Ángela Merkel considera repugnante que un ¡pakistaní! -¿que guerra hay en Pakistán para que figurara como solicitante de asilo?- que ha vivido del contribuyente alemán -2.000 euros al mes- «agradezca» la acogida matando alemanes en un mercadillo navideño.

Eso es repugnante, pero mucho más repugante es Ángela Merkel. Nunca había habido en la historia europea nadie más ignorante y repugnante que la canciller de una Alemania degradada, atrapada en la corrección política. Ese palistaní -¿no eran sirios?- ha estado preparando el atentado, la masacre con cargo al contribuyente, en aras de aquel estúpido grito de Merkel: «vamos a lograrlo«.

Si los alemanes quieren sobrevivir, el primer paso es echarla, y con ella a los democristianos -o democretinos- y a los socialdemócratas. El segundo, juzgarla, con sus mariachis como Mariano Rajoy, viles traidores. Merkel llegó a decir que se sentía orgullosa del pueblo alemán que acudió a recibir a los falsos refugiados a la estación de Munich: una cuantas docenas de esas perniciosa mafiosas interiores que son las onegés, que viven, y muy bien, de destruir nuestras sociedades.

Al pakistanía de marras le han educado en el odio coránico, un odio intenso. Como al iraquí de doce años que quería volar otro mercadillo navideño. Les han educado en que las mujeres son escoria y las no musulmanas, de usar y tirar. Merkel tenía que haber defendido a su pueblo y lo desarmó. ¿Por complejos de culpa? ¿Para ganar, en su vanidad, el Premio Nobel de la Paz? Lo cierto y verdad es que Merkel le ha dado 22.000 euros al pakistaní para que prepara u ejecutara el asesinato de alemanes. Y eso es un crimen contra la Humanidad, al margen de una trágica estupidez. ¿Por qué no te marchas, Merkel?