Enrique de Diego
Llevan tanto tiempo mintiendo, manipulando, dando rodeos, tergiversando las palabras, perdiendo el tiempo y haciéndolo perder, no diciendo nada al servicio de una casta ladrona y traidora que ya tienen la lengua llena de mierda y el semblante torvo de los corruptos morales.
La tertulia de 24 H, dirigida por el lacayo pepero Víctor Arribas, estuvo horas sin decir nada, en debate sobre la forma de informar alemana y asumiendo la duda sobre si se trataría de un accidente. Por esa línea, ya asquerosa y suicida, El País –tan próximo a George Soros– titula: “un camionero mata a 12 personas”. Con lo que se induce a pensar que tenemos un problema de camioneros, en Niza y en Berlín, y no de terrorismo musulmán, términos que como le decía Donald Trump a la corrupta Hillary son incapaces de pronunciar.
Tanta desinformación indigna, tanto servilismo al desarme moral de una sociedad, para convertir en víctimas a sus ciudadanos mientras ellos cobran las migajas que caen del plato de sus señores. Lacayos mierda con lengua de mierda que sirven mierda para la plebe y que sonríen con hiriente estupidez en medio de la tragedia. Ignorantes de mierda que sólo repiten los comunicados oficiales y no saben nada. Despreciables y serviles que se arrastran sobre sus vientres como pequeñas lagartijas travestidas de periodistas.
Han convertido el periodismo en una profesión alternativa a la prostitución, con mucha más indignidad y mucha más hipocresía. Las prostitutas de Babilonia callaban, estas –con sus lenguas llenas de mierda- hablan mucho para no decir nada, para ocultar, mentir y desarmar.