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Memorias de la TV: Nunca fui un lacayo

Redacción




Con Gonzalo Altozano. /Foto: writtenpisodes.com-
Con Gonzalo Altozano. /Foto: writtenpisodes.com-

Enrique de Diego

Mucha gente me echa de menos en televisión. Esto es para mí muy sorprendente, porque han pasado muchos años sin ninguna aparición pública. No echo de menos ese medio que es el reino de la mentira. Mucha gente me pregunta por qué ya no salgo. Resulta, desde luego, gratificante. No se sale en televisión si no eres un lacayo y sirves al sistema y engañas a la gente, incluso los que parecen algo críticos, que tienen mucho cuidado de no tocar ninguna de las bases de la casta en este circo mediático.

Gente que me quiere, incluso mucho, me dicen que debía haber sido más comedido, haber guardado más las formas. El sistema no sólo te condena al ostracismo sino que también ha de aniquilarte. Ha de quitarte la buena fama, que parezca que tú has sido el culpable.

En lo que recuerdo, trataba, pues veía que iban a por mí, de estar callado el mayor tiempo posible, de intervenir lo menos posible, puesto que era mi profesión y de ello vivía. Quizás nunca debía estudiar periodismo ni dedicarme a una profesión que, en propiedad, hace tiempo dejó de existir y sólo se practica mediante el lacayismo más servil, aunque a veces suban la voz y monten polémicas más falsas que un Judas de plástico.

Las televisiones funcionan mediante concesión administrativa y la base de la publicidad es institucional y del Ibex 35. Están para servir a la casta y a sus privilegios. Y la casta identifica muy bien sus intereses, que no coinciden con los del resto de la población, a la que depredan, expolian y complican la vida, por ejemplo favoreciendo una inmigración invasiva con cargo al Presupuesto.

Nunca he sido un lacayo y lo raro no es que me condenaran al ostracismo sino que me permitieran salir y brillar durante un tiempo. Para cambiar el sistema la televisión no era el medio, porque está controlada, es mucho más eficaz Rambla Libre, donde nadie me quiere echar cada mañana. Así que os animo a todos a difundir Rambla Libre entre vuestros amigos y familiares, a través de las redes sociales. Vamos bien, pero con tu esfuerzo, ayuda y apoyo iremos mucho mejor.