Luis Bru
Entrevista a nuestro editor, Enrique de Diego, por Miguel Blasco, en La Voz de Europa, más bien diálogo de ideas. Enrique de Diego da una noticia: la serie de análisis sobre el feminismo ha hecho aumentar sustancialmente los niveles de audiencia de Rambla Libre en España, pero la han convertido en un digital internacional.
http://www.ivoox.com/alvde-miguel-blasco-entrevista-al-periodista-enrique-de-audios-mp3_rf_14963555_1.html
Rambla Libre tiene, ahora, más lectores en Boardman, Ohio, que en Valencia; o más en Sidney que en Sevilla. Hay ciudades por todo el mundo que se han sumado a la ola con fuerza, como Moscú, Dublín, Tokio, París o Singapur.
Clave entender que el lesbianismo, la primera letra del LGTBI, ha monopolizado el feminismo y se dedica a hablar en nombre de todas las mujeres. Su objetivo es acabar con la familia y con la civilización cristiana occidental, lo demás son tácticas. Como siempre en los procesos de demolición a los que está sometida nuestra civilización, lo han convertido en un gran negocio con cargo al contribuyente.
Todo funciona mediante un plan:
1.- Hunden la natalidad, criminalizando la maternidad, declarando la guerra de sexos para “desmontar el patriarcado”, presentando a la mujer que se realiza a la que no tiene hijos. Destruyen la familia, presentándola como una institución de dominio y no de amor y colaboración.
2.- Una vez hundida la natalidad, y sin base económica alguna, empiezan a difundir que necesitamos inmigrantes con hijos que nos pagarán las pensiones. Se inicia un proceso de sustitución demográfica, que, al tiempo, acelera el hundimiento del Estado de bienestar, pues es una inmigración sin rentabilidad, subvencionada. Y a la que se concede una nacionalidad de baratillo.
3.- Desestabilizan las naciones musulmanas más tolerantes con las minorías, como los cristianos, y empiezan a llamar rebeldes a patentes integristas, a los que preparan y financian. Se desarrolla un islamismo bestial que provoca masacres y éxodos.
4.- Se impone a las sociedades europeas, desde Bruselas, Berlín y Washington, que nuestros valores exigen que desmantelemos nuestras fronteras y financiemos con nuestros impuestos a grandes poblaciones musulmanas, todo ello con manipulación mediática y la insistencia en consignas delirantes como que el islam es la paz o que los terroristas musulmanes son simples enfermos mentales, con procesos depresivos.
5.- Se desarrolla una legislación punitiva con conceptos genéricos como “incitación al odio” o “favorecer la discriminación”, con los que se pretende perseguir a quienes se oponen a la demolición de la civilización occidental. De esa manera, se pone fin a la libertad, empezando por la de expresión, y se hace supuestamente en nombre de la tolerancia y los valores europeos.
Estamos ante un proceso de ingeniería social, del que conocemos, con documentos, a uno de sus financiadores: George Soros con su Open Society Foundation. Este plan, de consecuencias terribles (el prestigioso Gilles Kepel ya profetiza una guerra civil en Europa con musulmanes de tercera generación), ha empezado a ser combatido y a fracasar por la rebelión espontánea de los pueblos frente a las élites, y a la tiranía mediática. Es lo que llaman populismo con intencionalidad descalificadora, y que nosotros recogemos con orgullo si eso es sinónimo de defensa de la propia identidad.