Miguel Sempere
Pedro Sánchez se ha vuelto a dar un baño de multitudes en pleno feudo del presidente de la Gestora. Arropado por mil quinientos militantes, en plena cuenca minera asturiana, el exsecretario general ha pedido que cosa la militancia, con referencia a la ya célebre frase de Susana Díaz.
Sánchez ha pedido congreso ya y primarias porque el PSOE no puede estar sin liderazgo, pues eso a quien beneficia es a Mariano Rajoy.
Pero mientras la militancia sigue arropándole –algunos vinieron de otras comunidades como Madrid, Cantabria y Galicia- parece sumarse desafecciones del aparato; la última la de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, quien, al igual que Miquel Iceta, ha prometido neutralidad, después de haber sido uno de los más firmes apoyos de Pedro Sánchez.
El ex secretario general ha reclamado en Asturias un congreso ya, para «volver a levantar la bandera del socialismo democrático» y hacer un partido socialista «mejor y unido» que pueda luchar contra las desigualdades. Un partido que «no tiene que estar al lado de la derecha, pero tampoco debajo, sino de igual a igual».