Virginia Montes
Ceremonia de la confusión y del relativismo en el Vaticano e intento de salvar del naufragio el invasivo plan Soros de islamización de Europa.
Extraña, en apariencia, alianza de Bergoglio con Podemos, cuatro alcaldes de esa formación, y brillando Sor Manuela Carmena y Sor Ada Colau, a quienes a este paso, el argentino terminará beatificando para sorpresa de propios y extraños. Dos laicas cristianófobas, que pretenden hacer desaparecer cualquier símbolo de las calles. Sor Ada Colau ha puesto un presunto belén esperpéntico. Sor Manuela Carmena quiere convertir Madrid en la capital LGTBI y tiene como portavoz a una profanadora de capillas.
Pero en materia de globalismo la sintonía es total. Jorge Bergoglio ha dicho que “urge atender y regularizar a todo tipo de emigrados y refugiados”. El problema es que los Estados, ante la rebelión de los electores, ya no hacen ni caso a este tipo de buenismos suicidas, ni están dispuestos a asumir estulticias del calibre de que “no hay que levantar muros, sino tender puentes”, que significan en realidad la abolición de las fronteras, la destrucción de las patrias y la introducción del conflicto étnico y religioso en las sociedades, todo ello con cargo al Presupuesto, cuando no hay dinero ni para pensiones.
Y como los Estados están empezando a defender sus fronteras, el alucinado Bergoglio, al dictado de George Soros, quiere convertir a las ciudades en ciudades-estado. Sor Manuela Carmena está tan convencida de la buena nueva bergogliana que ha anunciado su disposición a dar trabajo a los refugiados. Y ¿por qué no a los españoles? ¿es que acaso no hay paro en Madrid? ¿con el dinero de su esposo, famoso por no pagar a sus trabajadores?
En la mezcla de aquelarre y minicumbre de ochenta alcaldes –sin competencia en la materia- sobre «Europa: los refugiados son nuestros hermanos» -¿todos? ¿también el violador y asesino de María Ladenburger, joven alemana de 19 años? ¿también los que han cometido masacres, como la de París?- la beata Sor Manuela Carmena ha afirmado que las leyes en vigor «causan pesar, dolor, inconvenientes y gastos inútiles y absurdos». La alcaldesa madrileña calificó de «muerte legal» la negativa a extender documentos, y anunció que el Ayuntamiento tiene algunos proyectos para «resucitar a esos muertos legales» siguiendo el modelo de Nueva York y otras ciudades que autorizan a los refugiados ciertos trabajos para facilitarles una vida normal. Con palabras muy similares a las de Bergoglio ante el Parlamento Europeo, la beata Carmena se refirió a la vergüenza de que el Mediterráneo sea un «cementerio azul». Y más que lo será con irresponsables efectos llamada.
La alcaldesa de Barcelona, Sor Ada Colau, expresó que «Europa se encuentra ante una encrucijada. O acogemos a las personas solicitantes de refugio, o acogemos el racismo y las nuevas formas de fascismo que amenazan la idea misma de Europa». Mucho nos tememos que con ese discurso lo que la beata Colau llama fascismo va a arrasar en toda Europa.
La culpa es de los gobiernos europeos que, «en su afán por blindarse, han renunciado a la obligación de la asistencia», y han caído en una «fría insolidaridad y desprecio ante la vida, el sufrimiento y la muerte». Frente a ese egoísmo de los Estados, la alcaldesa afirmó que «Barcelona quiere y debe ser ciudad refugio. No quiere ser egoísta, cerrada, ciudad del miedo y de la desconfianza. Esta no es una crisis de refugiados sino de valores, de Europa. Y somos nosotros quienes debemos estar a la altura». El discurso de George Soros en estado puro. ¡Todos los ‘refugiados’ a Barcelona, que es Jauja!
Además de las alcaldesas de Madrid y Barcelona han participado también los alcaldes de Valencia, Joan Ribó, de Zaragoza, Pedro Santisteve; y de Málaga, Francisco de la Torre.
¿Quién ha pagado el encuentro, los viajes y las estancias: la Pontificia Academia de las Ciencias? ¿Quién va a poner la crucecita, acaso los votantes de Podemos? ¿Quiénes van a financiar al Vaticano, acaso los votantes de Podemos? ¿Rita Maestre, Tania Sánchez, Alberto Garzón? ¿Los errejonistas o los pablistas? ¿Tiene algún sentido esta alianza de Bergoglio con los cristianófobos? ¡Y luego se quejan en el Vaticano de que el argentino está encontrando resistencias! A este paso se va a quedar más sólo que la una con sus estultos planes suicidas y recogiendo familias musulmanas de Lesbos y dejando tiradas a las familias cristianas y callando el genocidio de los cristianos en Siria e Irak.
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