Luis Bru
Es la gran trampa del proceso de nacionalizaciones. El sistema ha devaluado el valor de la nacionalidad española. En principio, son españoles, según el artículo 17 del Código Civil, los nacidos de padre y madre españoles, en cualquier lugar del mundo; o los que uno de los padres es español.
Nacer en España no es suficiente…salvo para los niños de padres marroquíes. Es la gran trampa. El artículo 17, apartado c) establece que son españoles “los nacidos en España de padres extranjeros si ambos carecieran de nacionalidad o si la legislación de ninguno de los países de ellos atribuye al hijo una nacionalidad”. Este criterio, que parece establecido para excepciones, se ha convertido en una norma en el caso de los marroquíes, puesto que Marruecos no reconoce a los nacidos su nacionalidad, por lo que todos los niños de padres marroquíes están recibiendo la nacionalidad española.
De los más de 4,7 millones de extranjeros residentes, 436.066 han nacido en nuestro país. De hecho, los más prolíficos son precisamente los marroquíes: el 18% de los nacidos. El grupo de marroquíes, con 604.401, es el segundo más numeroso, tras los rumanos.
Fuentes policiales señalan a Rambla Libre que muchas familias marroquíes mandan a sus hijos a madrasas –escuelas coránicas, donde sólo se recita El Corán-, de forma que mañana puede haber cientos o miles de integristas –“a los que hemos perdido la pista”- con pasaporte español.
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