Luis Bru
En España, familias enteras viven a costa del contribuyente, colocadas en puestos fijos y vitalicios. Son familias de políticos que constituyen la casta. Una de esas familias es la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes Cuencas. Reproducimos una documentada información de El Plural:
Francisco Javier Aguilar Viñuela. Arquitecto y desde finales de los años 80 pareja de Cristina Cifuentes. Las primeras noticias sobre sus «negocios» se remontan a la época en que el genovés Gustavo Villapalos era Rector de la UCM y Consejero de Educación del Gobierno de Ruiz Gallardón. Años después, para ser exactos a mediados del 2012, siendo Cristina Cifuentes la flamante Delegada del Gobierno de Rajoy en la Comunidad de Madrid, las redes sociales comienzan a informar sobre los problemas de solvencia económica que el marido arquitecto ha tenido con sus empresas y las reclamaciones que por vía judicial está recibiendo de uno de sus trabajadores. Una crispada Cifuentes sale en su defensa para «aclarar» que su marido no está desaparecido de la acción de la justicia. En realidad, la cuestión es mucho más simple: el juzgado de lo social no puede comunicarse con él por estar en «ignorado paradero».
La segunda vez que su nombre irrumpe en escena es en el 2014 gracias a unas informaciones de los periódicos www.publico.com e www.infolibre.com según la cuales, un miembro del denominado “Clan de la Complutense”, Dionisio Ramos, un viejo amigo de Cristina Cifuentes, contrató al estudio de arquitectura del que es socio el marido de Cifuentes para construir en la UCM el Colegio Mayor «El Faro».
Eva María González Molina. Funcionaria de la Asamblea de Madrid. Cuñada de Cristina Cifuentes y mujer de su hermano Santiago. El diario Infolibre en julio del 2015, relata con documentos contantes y sonantes que siendo Cristina Cifuentes Vicepresidenta de la Asamblea de Madrid y Presidenta del Tribunal de Oposiciones para acceder a la condición de administrativos de esa Cámara, su hoy cuñada y entonces novia formal de su hermano pequeño, se presentó a las citadas oposiciones obteniendo una plaza de las diecisiete convocadas. En este asunto la indignación de Cristina Cifuentes se transformó en un calculado silencio optando por mirar para otro lado y lanzar como ventrílocua a su Portavoz Marisa González que oficiosamente intentó quitar hierro al asunto alegando que, total, su jefa Cristina no se enteraba de nada y por tanto, no tenía que inhibirse. Pelillos a la mar.
Margarita Cifuentes Cuencas. Hermana de Cristina. En el año 1992 obtuvo una plaza como funcionaria de la escala de administración de la UCM (Grupo C).En el 2002, por promoción interna, ascendió a funcionaria de la escala de técnico de gestión (Grupo A). En el 2005 se trasladó a la URJC como Personal de Administración y Servicios (PAS). Según ha informado diario.es, sin reunir los requisitos legales, ha sido contratada como «profesora visitante» de la Universidad en la que desempeñaba su trabajo como funcionaria. Su contrato se formalizó siendo su hermana Presidenta de la CM. Se da la feliz circunstancia que el Director de su Tesis es Fernando Suárez el actual Rector y firmante de su contrato como «profesora visitante». Entre los méritos que a su favor alega la afectada estaría el hecho de haber sido becaria durante 3 años del Archivo Histórico Militar de Segovia. Se da también la casual circunstancia que el padre de Margarita, fallecido en 2015, era General de Artillería, formado en su Academia de Segovia, ciudad en la que posteriormente estuvo destinado.
Y por último llegamos a la componente más conocida de este prolífico Clan, la mismísima Cristina. La polémica que la rodea, sobre la que ha caído una espesa capa de silencio mediático y político Según los documentos que se aportaban la hoy Presidenta de la CM, siendo diputada de la Asamblea de Madrid, se presentó en el 2001 por promoción interna a un concurso-oposición de la UCM para ascender, al igual que un año después hizo su hermana Margarita, a la escala de técnico de gestión (Grupo A). Por razones que nunca se han explicado, Dionisio Ramos, en su calidad de Presidente del Tribunal, no se abstuvo ante el evidente conflicto de intereses que suponía su acreditada amistad con la opositora Cristina Cifuentes. Como tampoco hay constancia que Francisco Otero, otro miembro del Tribunal, hiciera lo propio a pesar de mantener con la susodicha una fuerte amistad.
Y para rizar el rizo en su afán de inflar su CV, la polifacética de Cifuentes ha decidido que lo de ser una funcionaria de la escala «Técnica de Gestión» de la UCM, es decir, Personal de Administración y Servicios (PAS) suena a poco por lo que ha decidido unilateralmente inventarse una denominación que cree suena mejor : «Cuerpo de Técnicos Superiores de la UCM».
Acabamos ya este breve repaso al «Clan Cifuentes» recordando algo que no por obvio conviene obviar y es que en muchos países de la UE por menos de lo que aquí se relata la afectada ya hubiera dado todo tipo de explicaciones o, si no le fuera posible, habría dimitido.