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Trueba, con España no se juega

Redacción




Fernando Trueba. /Foto: letraslibres.com.
Fernando Trueba. /Foto: letraslibres.com.

Enrique de Diego

Resulta emocionante pensar, por un momento, que en estos tiempos de tantas ofensas gratis a España, en el que el patriotismo es una virtud cívica escasa, la película “La Reina de España” de Fernando Trueba ha resultado un fiasco económico por un boicot de los patriotas.

Desde luego, se lo merecía. En la ceremonia de recepción de los premios nacionales de Cinematografía se puso gracioso, haciéndose el ocurrente, con aquello de “nunca me he sentido español, ni cinco minutos de mi vida”, declaración que hubiera debido tener la consecuencia de recogerle inmediatamente el Premio y quitarle de inmediato la nacionalidad. Cuestión ésta que en el futuro será imprescindible: no hay que obligar a nadie a ser español, si quiere ser apátrida está en su derecho.

Si fuera cierto que una película con 11 millones de presupuesto sólo ha recaudado 387.000 euros en el fin de semana de estreno porque los patriotas españoles han decidido comerse las palomitas en casa sería un signo vitalizador superlativo, indicaría que la sociedad española está reaccionando y entonces podría decirse que la crisis sistémica que padecemos a manos de la casta corrupta y depredadora está ya solucionada, aunque tarde la evidencia, porque ésta es, de base, una crisis de patriotismo y por eso lo han ido demoliendo en un proceso de desnacionalización de la juventud a través del sistema educativo.

Pero parece que la película es mala, mediocre y tediosa, lo que explicaría por sí mismo el fiasco. Como el patriotismo de pulsera no es de izquierdas ni de derechas, sino de casta, y como no hay nada a esta gente que le haga reflexionar más que el bolsillo, Fernando Trueba ha tenido una repentina conversión al patriotismo. Ahora ama “este país” y “vivo aquí por elección” y no se ha llevado el dinero a Panamá, como Pedro Almodóvar, y en eso tiene razón.

El nuevo Trueba renacido considera que «cuando atacas al cine español, atacas a España. Es una industria que da empleo a mucha gente«. Y que «el cine ha sido castigado por una visión paranoica que surgió, según varios analistas, a partir de de las manifestaciones en contra la guerra impulsada el trío de las Azores«.

Aunque la conversión de Trueba es tenue y superficial, en cuanto que puede lamenta que la gente “se envuelve en las banderas” y retorno a mantras cosmopolitas: el nacionalismo es “un atraso para la evolución de la humanidad”. El nacionalismo no es lo mismo que el patriotismo.

Hay que tomar nota de que lo de los boicots funciona: Trueba, con España no se juega.