Enrique de Diego
El escrito de la defensa de Miguel Bernad en alegaciones resulta demoledor para el procedimiento en el aire montado por el juez Santiago Pedraz y el fiscal, que mantienen una prisión preventiva injusta y arbitraria con la que pretenden quebrar a la persona para que acepte declararse culpable de “alguna cuestión menor”, como, desvergonzadamente, se ha llegado a filtrar, para ponerle en libertad. Un caso manifiesto de tortura institucional.
Todo el procedimiento, al final, gira en torno a amalgamar a Manos Limpias y a Miguel Bernad con AUSBANC y Luis Pineda. Se trataría, ni más ni menos, sin pruebas y ni tan siquiera indicios, sobre meras “valoraciones subjetivas” de un informe de la UDEF, algunas delirantes, de una “organización criminal” dedicada a la extorsión mediante la presentación de denuncias o querellas.
Esta estricta especulación carece de la más mínima base. Tendría que producirse, necesariamente, el enriquecimiento de Miguel Bernad. Nada de eso, según las alegaciones, a las que ha tenido acceso Rambla Libre, “el estudio de las cuentas corrientes y del registro realizado han podido demostrar que el Sr. Bernad se haya enriquecido en modo alguno a través de la presentación y retirada de querellas. En su casa había 400 euros, en sus cuentas sólo se ingresaba el dinero de su pensión y no existe caja B donde haya guardado cantidad alguna”. Nada de cuentas en Suiza ni de cajas de zapatos repletas de billetes de 500 euros, como tantos que están en la calle. Una economía familiar muy modesta y Manos Limpias al borde del concurso de acreedores, con dificultad para pagar el alquiler.
Que con esas condiciones conste que Miguel Bernad rechazara una oferta de dos millones de euros por desimputar a Cristina de Borbón le sitúa en niveles morales de virtud heroica.
Las cantidades entregadas por Manos Limpias a Ausbanc (algo más de 3.000 euros y un décimo de lotería) “han sido utilizadas para aportarse como fianza y nunca han servido para mejorar las paupérrimas arcas de Manos Limpias o para mejorar la nefasta economía del Sr. Bernad que ha vivido principalmente de su sueldo como funcionario público o de su pensión. Economía transparente y legal que no le ha permitido aumentar su patrimonio más allá del que haya podido recibir como Herencia como se ha podido comprobar”.
Bernad establece colaboración con Ausbanc “únicamente en procedimientos bancarios como abogados especializados en asuntos económicos financieros”. Es claro, según las alegaciones, que Miguel Bernad “no ha aceptado ningún tipo de presión, ninguna directriz de terceros, mi cliente no ha querido influir en la dirección letrada de Manos Limpias, la cual siempre ha gozado de total independencia, reiterando lo anterior hemos de afirmar sin género de duda que el Sr. Pineda no ha dirigido o no ha influenciado a mi cliente en el caso Noos. Debemos destacar que los interlocutores afirman que Miguel Bernad no va a hacer caso de ninguna de las presiones que reciba en uno u otro aspecto”. Miguel Bernad no recibía órdenes de Luis Pineda, AUSBANC y Manos Limpias eran entidades plenamente diferenciadas; las reuniones que pudiera haber mantenido Luis Pineda eran por su propia iniciativa (se le acusa de extorsionar a los bancos, que, por cierto, llevan décadas extorsionando, manera legal pero inmoral, a todos los españoles). “Miguel Bernad se apoyaba por su falta de conocimientos bancarios o contables en terceros pero siempre con el fin de asesorarse en materias que desconocía”.
En las escuchas telefónicas hay varias referencias al miedo de los interlocutores a la conocida independencia de Manos Limpias. Miguel Bernad transmite a Jaume Giró, director general de La Caixa, que el único interlocutor es él. Frente a la acusación de extorsión, resulta llamativo que ninguno de los testigos afirma conocer a Miguel Bernad, ni haber tenido, por tanto, ninguna reunión con él y Giró, el único que le conoce, asevera que no le pidió dinero.
A Miguel Bernad se le ha sometido a una investigación exhaustiva, desde escuchas hasta registro domiciliario y análisis de sus cuentas. ¿Qué se encontró en su casa? 400 euros. ¿Qué ingresos había en su cuenta corriente? La pensión de funcionario jubilado. Por fin, un hombre honrado en España. ¿Dónde está? En la cárcel, en prolongada prisión preventiva.