Enrique de Diego
La Academia Sueca ha elevado la postmodernidad –con falta de criterio y relativismo cultural- al nivel de surrealismo. Bob Dylan acepta el Premio y el millón de euros, pero tiene compromisos anteriores y no puede ir personalmente a recoger el próximo 10 de diciembre el Premio Nobel de Literatura en Estocolmo.
Suecia y su Academia están haciendo el más completo ridículo, mostrando que han perdido el Norte. Han debido querer ser originales y premiar a un cantante en vez de a un escritor, como podían haber premiado a un astronauta por sus cartas a Houston.
Todo vale, no hay jerarquía estética, no hay normas, todo es una exaltación de la estupidez irrestricta. Para poner la guinda a esta monumental ridiculez, tenemos esta persecución entre el perro y el gato o entre el gato y el ratón, para ver que hacer Bob Dylan, que tiene su agenda muy apretada. Se supone que ha aceptado el Premio, pero en esta feria de vanidades y malentendidos, tampoco se puede poner la mano en el fuego.
La Academia ha informado que Dylan mandó ayer por la noche “una carta personal” para comunicar su decisión. Al parecer, según las mismas fuentes, Dylan considera un honor su premio y comenta que ojalá hubiese podido asistir en persona a recoger el prestigioso galardón. El compositor, cantante y poeta fue galardonado el 13 de octubre con el Premio Nobel de Literatura “por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción americana”. “Como artista ha sido altamente versátil y ha trabajado como pintor, actor y autor de guiones”, afirmó la Academia.
La Academia Sueca señaló que “respeta” la decisión de Dylan y que el hecho de que un premiado no viaje a Estocolmo es poco frecuente, aunque no excepcional, como ha ocurrido en las últimas décadas con los británicos Doris Lessing y Harold Pinter y la austríaca Elfriede Jelinek. “La distinción es suya, igual que la de este año pertenece a Bob Dylan”, resaltó esta institución. Dylan deberá no obstante pronunciar una conferencia de recepción del premio antes de seis meses a contar desde el 10 de diciembre, consta en el comunicado de la Academia, que dará más detalles dentro de dos días.
Es muy probable que la conferencia se pueda convalidar con un buen concierto. Es todo tan penoso.