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Podemos es una pieza más del puzzle globalista de George Soros

Redacción




Pablo Iglesias. /Foto: elciudadanodigital.com.
Pablo Iglesias. /Foto: elciudadanodigital.com.

Enrique de Diego

A medida que vamos teniendo datos y conociendo a los personajes se hace más evidente que Podemos es casta; una farsa, una coartada para apuntalar el sistema. De hecho, no es antisistema. ¿Puede ser antisistema el hijo de un miembro corrupto del consejo de Administración de Bankia, implicado en las tarjetas black, y que especuló con un piso de protección oficial? ¿Puede ser antisistema un profesor de Políticas nombrado a dedo “profesor titular interino”, figura de dudosa legalidad y de claro enchufe? ¿Lo puede ser la hija de dos altos funcionarios del Ayuntamiento o la exconcejal de RivasVaciamadrid, perteneciente a una familia de la aristocracia de Izquierda Unida? Grupo de farsantes presentándose como desclasados y outsiders. Máscaras.

Con Podemos estamos ante un corte generacional: ante la rebelión de los jóvenes de izquierdas al encontrarse el mercado cerrado. Una pugna entre famiglias de izquierdas, las izquierdas. Tampoco la extrema izquierda; los simples coros y danzas del régimen del 78.

Ninguna de las bases sobre las que se asientan la extensión de la casta y la consolidación de sus privilegios son cuestionadas por Podemos, que lejos de ello intenta incrementarlas más. Podemos está muy cómodo con las insostenibles autonomías, que son la oficina de colocación por antonomasia. Cada una de sus propuestas, en buena medida delirantes, implican más gasto público, más impuestos, más burocracia y más casta. Lo que plantea Podemos es que la casta debe ser mayor, pero acoger o ser liderada por ellos. Es un permanente insulto a sus bases, que tendrían una suerte aún mucho peor con un gobierno de Podemos.

Pero vamos teniendo más datos que sitúan a Podemos bajo la sombra maléfica de George Soros y del lobby globalista de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo). En los documentos filtrados por Wikileaks, Pablo Iglesias y los eurodiputados de Podemos aparecen situados en sintonía con George Soros. De hecho, Podemos asume plenamente la agenda mundialista en la eliminación de las fronteras, las puertas abiertas a la inmigración, la postura favorable a la islamización, la desnacionalización de España, la demolición de sus raíces cristianas, la destrucción de la identidad de los españoles, la corrosiva ideología de género. Podemos es puro plan Soros.

Pablo Iglesias se ha pavoneado, con razón, que gracias a Podemos no hay en España extremaderecha; no hay populismo. Podemos no es populista, en ninguno de los sentidos; puede utilizar retórica demagógica, a la búsqueda de mayor botín electoral, no de ningún cambio, ni regeneración. Pero ese engaño ya ha sido desvelado y la artimaña no tiene mucho recorrido.

Es el engaño de un grupo de listillos madrileños, en el eje Facultad Políticas-Rivas, a la nación, a la que, de paso, quieren destruir; el sarcasmo de un grupo de trepas mimados sobre el sufrimiento de un pueblo.

Podemos no es, desde luego, la gloria del sistema, es su miseria; puro sistema, estricta casta.

El 15 M, financiado por Soros, con la AECID, trama mafiosa de ONGs

El plan Soros puede fallar