AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Más Rajoy que nunca

Redacción




Mariano Rajoy. /Foto: jorgebustos.com.
Mariano Rajoy. /Foto: jorgebustos.com.

Enrique de Diego

El nuevo Gobierno de Mariano Rajoy no representa, a pesar del baile de nombres, ningún cambio esencial. La oposición lo ha criticado porque no tiene un perfil dialogante. El diálogo no ha sido nunca una de las virtudes de Rajoy. Es una asignatura pendiente de la que no ha abierto el libro.

Lo que ha hecho Mariano –en él, la mezquindad es una segunda naturaleza- ha sido desembarazarse de los pocos que, en nombre de viejas amistades, se sentían con suficiente autonomía para manifestarse con criterio propio: Jorge Fernández –que lo ha acompañado en todo su periplo político- y José Manuel García Margallo –su amigo-. El premio a María Dolores de Cospedal, previsible, sustituyendo a Pedro Morenés, implica desactivar aún más al partido en favor del Gobierno, trasladando al interior del ejecutivo el enconado conflicto con Soraya Saénz de Santamaría, a la que pone en su lugar, tan traída y llevada como heredera, imponiéndole la pena de no telediario: abandonar la portavocía del Gobierno, que es un magnífico escaparate de promoción personal.

Por lo demás, el cesto sigue con los mismos mimbres fundamentales –Luis de Guindos y Cristóbal Montoro– y con la misma pieza para afrontar el secesionismo catatán –Rafael Catalá-.

¿Qué ha hecho Mariano Rajoy? Como los toros heridos, buscar las tablas; reforzarse a sí mismo, ante la fragilidad de la minoría. El Gobierno es más de Rajoy, es más Rajoy, con menos contrapesos internos. Un Gobierno a su imagen y semejanza: mediocre y sin fuste político.