Miguel Sempere
Después de veinticuatro horas de amenaza de restringir la circulación a sólo las matrículas terminadas en par, y de explicar el protocolo con sus excepciones, Manuela Carmena se ha acobardado ante la indignación ciudadana, que prefiere respirar mal pero llegar pronto al trabajo, y ha levantado cualquier restricción.
Al parecer, la calidad del aire ha mejorado en Madrid, no se sabe muy bien por qué, si por las restricciones anteriores como no poder superar los 70 km por hora en la M-30, medida que algunas especialistas cuestionan como realmente eficaz, o por el éxodo masivo de madrileños a otros puntos de la geografía española.
El caso es que este miércoles no habrá ninguna restricción al tráfico en la capital. El lunes se superaron los niveles de contaminación establecidos para aplicar el escenario 3, ante la alta concentración óxidos de nitrógeno, compuestos químicos gaseosos que generan, especialmente, los motores diésel. El Ayuntamiento de Manuel Carmena no ha dado la sensación de seriedad.