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Acuso a Pablo Iglesias de vulgar plagiario de mi término casta

Redacción




Pablo Iglesias, casta y plagiario. /Foto: farodevigo.es.
Pablo Iglesias, casta y plagiario. /Foto: farodevigo.es.

Enrique de Diego

Quien en España diagnosticó y denunció que el sistema político había degenerado en una casta, vitalicia y hereditaria, no sólo política, sino también bancaria, empresarial, sindical, mediática, judicial, ¡universitaria!…fui yo y Pablo Iglesias no es más que un vulgar plagiario, sin decencia ni originalidad intelectual, lo cual es más grave en quien ha ostentado el título de profesor titular interino (enchufado).

El que fuera yo y no Pablo Iglesias tiene no sólo una importancia ética y estética, sino también de futuro, porque el líder de Podemos lo que ha perpetrado es una grosera manipulación cuyas propuestas refuerzan la casta a la que él pertenece.

De tanto en tanto surge la polémica o la indagación sobre la paternidad. Hace un par de días, en una de ellas, provocada por el drogadicto Antonio Escohotado, la periodista Gabriela Bustelo ponía el siguiente tuit: “En cuanto al término “casta”, muchos creemos que Pablo Iglesias se lo levantó a @enriquedediegov en su época de Intereconomía”.

En 2013, la Plataforma de las Clases Medias nos manifestamos contra esa casta que había definido y combatido desde mucho antes en mi nocturno programa de “El país de las maravillas”. En 2014, lo volvimos a hacer. En 2018 publiqué un libro: “Casta parasitaria”. Y no otra cosa que casta parasitaria ha sido y es Pablo Iglesias, que proviene de la nefanda casta universitaria, la más endogámica de todas, y la encargada de perpetuar la sumisión a la casta.

Antonio Maestre en lamarea.com lleva su indagación hasta Manuel Azaña. Según Antonio Maestre, “cada vez que se inquiere al líder de Podemos sobre el origen del término, éste remite a un libro, La casta. Così i politici italiani sono diventati intoccabili, que dos periodistas del Corriere de la Sera escribieron en el año 2007 sobre la corrupción política en Italia, término que también usó en España el periodista Daniel Montero en su libro La Casta: el chollo de ser político en España”. Ninguna referencia a mí ni a mi libro, meses anterior al de Daniel Montero.

Por supuesto, el término está en el diccionario. Lo que hice, mucho antes que la referencia italiana, fue percibir que el sistema había degenerado en estamental, en casta de privilegiados, dedicada a expoliar a las clases medias, algo que es incapaz de entender el tardocomunista chic de Pablo Iglesias. “Una clase política –escribí en “Casta parasitaria”- se constituye en casta cuando se autoregenera, cuando el cierre sobre sí misma llega a la selección de sus miembros; al relevo generacional o a la simple adicción, de modo que la pertenencia se torna excluyente y hereditaria”. Y: “clase política es la profesionalización; casta es aristocracia burocrática; un grado más. La clase política expolia a las clases medias; la casta propende al dominio. No sólo interviene en lo económico, sino que tiende, por su propia naturaleza, a hacerlo en el ámbito de lo privado, a practicar fórmulas, más o menos intensas, de ingeniería social”.

Pablo Iglesias es casta parasitaria, siempre lo ha sido

Pablo Iglesias es casta, siempre lo ha sido. Ahora se da cuenta de que ha sido utilizado para sacar a la gente de la calle y amenaza con una huelga general, al tiempo que nos aburre con estúpidas polémicas con Iñigo Errejón, sobre cuestiones baladíes o se pierde en alabanzas a asesinos comunistas.

Porque es casta, fue incapaz de ver que Pedro Sánchez había conseguido atar al partido franquicia del Ibex 35, Ciudadanos, y Podemos pudo –incluso sin nada a cambio- echar abajo al sistema desalojando a Mariano Rajoy y haciendo entrar en convulsión al PP, pero prefirió su vanidad, su megalomanía y quedó atrapado en su etiqueta de izquierdas. O Pablo Iglesias empieza por reconocer el plagio y mi paternidad del concepto casta, por mínima decencia intelectual, o va camino de ser un juguete roto. Aún está a tiempo de madurar.

Para acabar con la casta, hay que cerrar la Facultad de Políticas

En los ayuntamientos donde gobiernan, Podemos no ha entrado en la corrupción, pero ya cabalga airoso por el nepotismo: 21 familiares colocados en el Ayuntamiento de Madrid.

Todo el programa de Podemos, adoradores del Estado, es un canto a la casta, un intento de fortalecimiento, de manera extemporánea porque ya no hay dinero para mantener el tinglado.

Para acabar con la casta, que se acabará, una de las primeras medidas debía ser el cierre de esa cloaca porrera de la casta que es la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense.

“Casta parasitaria”

http://ramblalibre.com/2016/08/06/casta-parasitaria-el-paradigma-de-texas/

Casta parasitaria: La trama

Casta parasitaria: A imagen y semejanza de la monarquía