Miguel Sempere
Carlos Delgado, portavoz de ULEG en el Ayuntamiento de Leganés, con seis concejales, es la referencia del localismo independiente, que, con CAPI-Tercera Vía, fue utilizado por Albert Rivera para su despegue en las europeas y luego traicionado al servicio de los intereses del Ibex 35. Pero llega la hora de CAPI, de nuevas ideas, de nuevas políticas de verdad, que tienen en la vida municipal el campo fundamental de plasmación. Ese es el gran mensaje en positivo de esta entrevista.
- CAPI-Tercera Vía tomó suficiente fuerza para ser la lanzadera de Albert Rivera. ¿Qué pasó con ese pacto? ¿Cuál fue el balance?
Ciudadanos buscó el acuerdo con los partidos independientes y municipalistas en muchas zonas de España porque le era imprescindible para tener presencia territorial y contar con altavoces de un discurso regenerador en el ámbito estatal. Su acercamiento se demostró falso y egoísta. Lo que tenía que ser un pacto para cambiar las formas de hacer política, donde se sumara para un proyecto común nacional que se centrara en dar mayor calidad democrática y hacer más eficaces a nuestras instituciones, se convirtió en un engaño. Lo único que Cs pretendía era apuntalar el cesarismo de Rivera y su ensoñación y ambición personal para convertirse en líder político nacional al dictado del IBEX 35.
Cs obtuvo gracias al apoyo de Tercera Vía su segundo eurodiputado y, acto seguido, rompió unilateralmente su palabra y acuerdo de colaboración y pasó a colonizar cada municipio donde algunos partidos llevamos más de una década trabajando. Cs se ha llevado por delante al 90% de las fuerzas políticas independientes que trabajaban en proyectos municipalistas. Pero las que hemos aguantado y crecido como ULEG, representan un ilusionante futuro y demostración de que otra forma de hacer política es posible y real. Lo que no mata, fortalece.
La tercera España del pueblo real de los que trabajan honradamente
- ¿Cuál es la situación actual de CAPI-Tercera Vía? ¿Cuáles sus proyectos de futuro?
Tercera Vía es un proyecto político que mira a largo plazo. Las ansías y codicia política de algunos ya estamos viendo cómo han conducido al fracaso a los falsos “regeneradores”. Ahora estamos aglutinando esfuerzos, perfilando ideas y propuestas porque, en breve llegará el momento de que Tercera Vía dé el salto definitivo a la arena política nacional. El fracaso de los “nuevos” y la agonía de los viejos partidos, deja un caldo de cultivo ideal para esa tercera España, esa tercera vía del pueblo real, ese del que hablaba Sieyes. Es el pueblo de los que trabajan honradamente, de los que tienen un pequeño negocio, de quienes saben el sudor que supone ganarse el pan cada día. Son ese 80% de la población que en la práctica está sometida por ese 20% que es una elite extractora y depredadora de los recursos públicos.
- El localismo, como ámbito de gestión, es el reducto de muchos proyectos regeneradores…
Lo local es el campo ideal para poner en marcha ideas, propuestas y ver si son eficaces o no. El contraste es diario y es difícil esconderse detrás de un plasma o de una campaña donde se busque mera telegenia. La regeneración real pasa por los municipios, donde tu vecino te puede escrutar en tiempo real. Así es como entendemos en Tercera Vía la política, donde el vecino es tu jefe y la vocación de servicio no puede ser palabrería. Nuestra experiencia en Leganés lo avala, estando del lado de los preferentistas, los estafados por Funnydent, denunciando en los juzgados los abusos de los gobernantes en asuntos urbanísticos o tributarios… Es en la gestión local donde se aprecia quién se vuelca en servir o en servirse. Pienso que la única posibilidad de regeneración real de la política en España pasa porque cada vecino en cada localidad se haga dueño de su destino político y deje de ser seducido/abducido por esas multinacionales del poder que son PP, PSOE y sucedáneos.
- La idea del localismo de Ciudadanos parece perversa: se financia de las subvenciones de los ayuntamientos a los grupos de concejales.
Así han ido publicando diversos medios de comunicación y que apuntábamos en nuestro libro “Albert Rivera es un lagarto de V”. Los ayuntamientos convertidos en una colonia a expoliar. Los grupos municipales de Cs como abejas obreras que han de libar en exclusiva para la reina Rivera. Es evidente que Cs no cree en la política local, en el municipalismo, en la cercanía y la potencialidad que un ayuntamiento puede ofrecer como administración más apegada al vecino. Cuando el cartel de un pueblo de 200 habitantes, unas elecciones autonómicas a Galicia o las generales sólo llevan la cara de la misma persona, lo dice todo.
- ULEG consiguió resistir e incluso avanzar. ¿Cuál ha sido el secreto de esa victoria?
Suena tópico pero es la verdad: trabajo, trabajo y más trabajo. Ello unido a trasladar un mensaje claro y coherente, donde nuestros hechos acompañan a nuestras declaraciones. Los vecinos han comprobado que ULEG es revolucionario y radical en el mejor sentido dela palabra. Radicales porque vamos a la raíz de los problemas y actuamos con contundencia, independencia y valentía. Y revolucionarios en cuanto a que luchamos para que se produzcan cambios reales que mejoren la calidad de la vida de los ciudadanos. Hoy en día no hay mejor campaña de publicidad y de marketing que el que vean que lo que dices que vas a cumplir lo hagas.
- Una curiosidad: ¿ha vuelto a poner publicidad institucional el Ayuntamiento de Leganés en Libertad Digital?
No. Se puso en los tiempos del alcalde del PP, Jesús Gómez, de quien se descubrió gracias a una polémica en la red social Twitter con el periodista Enrique de Diego que tenía cerca de 2000 euros en acciones en Libertad Digital, algo que había ocultado en su declaración de bienes a la que está obligado a presentar por Ley como cargo público. A raíz de aquello se paró un conjunto de actuaciones que no sólo atentaban a la ética y al decoro político, sino que también coqueteaban con otras figuras del Derecho no precisamente administrativo.
Se aproxima la hora de Tercera Vía
- Usted que es un buen analista, ¿cómo ve la situación política general? ¿vamos hacia unas terceras elecciones?
La política es como un partido de baloncesto, cambiante y cuando crees que está el juego controlado o el encuentro ganado tres triples, un cambio oportuno de jugadores o de sistema de juego o una racha de canastas dan un vuelco a la situación. Ahora el escenario es así, inestable, siendo muy difícil hacer pronósticos. No obstante, sí se perciben unas líneas maestras o estratégicas que reproducen en España y al modo hispano lo que ya ha pasado y está pasando en Grecia. El bipartidismo tal como lo conocíamos ha muerto y el PSOE está en fase aguda de “pasokización”. Entre elegir la muerte por lapidación (nuevas elecciones) o crucifixión (abstenerse y permitir el gobierno de Rajoy y el PP y por ende quedar anulado como alternativa o fuerza real de oposición) es la clave del debate.
Haya elecciones o no, habrá un derrotado en términos partidistas que es el PSOE, porque aunque se le mantenga con oxígeno artificial, el PSOE sólo podrá aspirar a ser una fuerza hegemónica si es la otra cara del PP en defensa del statu quo y la elite o, por otro lado, quedar en fuerza marginal por ubicarse en tierra de nadie.
Insisto, se aproxima la hora de Tercera Vía, y parafraseando al querido Rivera tan amigo de esta cita de Víctor Hugo “no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento”.