Miguel Sempere
Podemos da por hecha la abstención del PSOE y Pablo Iglesias sitúa a su partido como la única oposición frente al bloque PP-PSOE-Ciudadanos. Además, esa oposición se hará tanto en las instituciones como en la calle. Gana, en algún sentido, la tesis de Iñigo Errejón de que “no existe la menor contradicción entre transversalidad y radicalidad”.
Podemos retorna al populismo en un momento de previsible tensión social con un Gobierno débil. Según Iglesias, Podemos debe anteponer el objetivo de “cavar trincheras en la sociedad civil” al de conseguir “respetabilidad en las instituciones”. De forma gráfica, defendió que, aunque el partido debe mantener una pata en las instituciones, debe tener “la cabeza, la otra pierna y los brazos” fuera, con la sociedad civil.