Virginia Montes
La participación en el referéndum húngaro se quedó en el 43%, sin llegar al 50% legal para ser vinculante, con el 98% de rechazo a la política de Bruselas sobre inmigración, que limita la soberanía nacional a favor de la islamización.
Viktor Orban, presidente de Hungría, ya dijo al depositar su voto había afirmado que consideraría el referéndum políticamente válido aunque no se alcanzara el porcentaje para que fuera vinculante. “Siempre es mejor un referéndum válido que uno inválido, pero las consecuencias legales se aplicarán”, ha dicho el primer ministro. Orbán, nacionalista y euroescéptico, dejó claro que lo que importa es que el no gane por goleada. Dirigentes del partido de Orban han considerado el resultado “una gran victoria».