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“Los exlegionarios, como cualquier persona que ame a España, vemos peligrar la unidad de la nación”

Redacción




Concentración en la Plaza Mayor de Madrid. /Foto: ramblalibre.com.
Concentración en la Plaza Mayor de Madrid. /Foto: ramblalibre.com.

Enrique de Diego

Emilio Domínguez Díaz es uno de los exlegionarios convocantes y organizadores del acto de la Plaza Mayor por el “sí a la calle Millán Astray”. Fue también uno de los oradores en la concentración, que califica de “éxito rotundo” y que ha sacado a mucha gente de la rutina generando un movimiento activo de futuro.

La agresión revanchista al Fundador de la Legión en nombre de la Ley de Memoria Histórica –aprobada por el PSOE y mantenida por el PP- ha sido la gota que ha colmado el vaso, porque los veteranos legionarios no son inmunes a los males de la Patria: “como cualquier persona que ame a España, vemos peligrar la unidad de la nación”.

  • En primer lugar, felicitarle por la iniciativa de oponerse al cambio de calle de Millán Astray y por el respaldo a la convocatoria. Pasados unos días, ¿Cómo valorara el acto, la respuesta, las consecuencias?

La concentración del pasado sábado tuvo un éxito rotundo no sólo por las más de 5.000 personas presentes sino también por la trascendencia mediática de medios nacionales e internacionales. Horas después de finalizar el acto, Telecinco informaba del mismo y La Sexta, pasada la medianoche, sometía a debate el planteamiento de nuestra reivindicación. Ambos medios, como sabemos, no son sospechosos de apoyar nuestra justa causa ni de contribuir a la restitución del honor de nuestro Fundador Millán Astray. En Inglaterra, por ejemplo, la noticia fue la novena más importante de lo ocurrido en España este pasado fin de semana teniendo en cuenta, además, las dobles elecciones autonómicas de Galicia y el País Vasco.

Entre las consecuencias, además de la importante visibilidad de nuestra pacífica y disciplinada protesta, cabe destacar ese movimiento que se empieza a gestar y el referente que ha supuesto para muchas personas que, acomodadas en su rutina, se han dado cuenta de esa emergente reivindicación que, por otro lado, está ampliamente fundada tras las burdas mentiras en la resolución del comisionado de la Ley de Memoria Histórica tras la presentación de nuestras alegaciones.

De hecho, ya ha habido medios que, de manera patética, han intentado desmontar nuestro éxito con nuevas acusaciones como esa de que los legionarios somos «racistas«. Resulta triste acusarnos con tal incongruente calificativo pero, ante el desconocimiento de la historia de La Legión, no se puede pedir más a los que intentan desvirtuar nuestro éxito. Ya estamos acostumbrados a que nos tachen de «canallas» o «incultos«. Llamar «racista» a un legionario es un signo de impotencia, de auto-flagelación, de mostrar grandes síntomas de estulticia. Si de algo puede sacar pecho La Legión es de esa multiculturalidad de unos recién llegados a los Tercios que, independientemente de su pasado, raza, status social o condición económica, eran bien recibidos por la camaradería y compañerismo que siempre han estado latentes entre las damas y caballeros legionarios.

  • Usted dijo en su discurso que quitar el nombre de la calle era una provocación…

Evidentemente. Más o menos, reproduje lo que uno de los miembros de la Comisión me había insinuado en una entrevista privada el pasado viernes 16 de septiembre, 3 días antes de la reunión de la comisión en la que iban a firmar la propuesta de defunción de la calle General Millán Astray. Este miembro, al que invitamos por su testimonio a romper el presumible y esperado consenso, debió rozar el ridículo al mostrar su postura en contra de la nueva denominación de la calle, la «reconciliadora» Avenida de la Inteligencia. No hay reconciliación, hay rencor y revancha y la alternativa propuesta así lo puede constatar. Y, sorprendentemente, tampoco hay «transparencia» en las actas de las reuniones de la Comisión. No hay acceso a ellas. Sin comentarios.

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  • Han presentado alegaciones. ¿cuál es el proceso de aquí en adelante? ¿Cambiará el Ayuntamiento de criterio?

Tras el éxito de la concentración, con centenares de personas procedentes de toda la geografía española y de lugares como Francia, Italia u Holanda, ya nos hemos reunido para, evidentemente, releer las infundadas respuestas y los vanos argumentos de los miembros del Comisionado. Las razones que esgrimen no se corresponden con los hechos acaecidos por mucho que quieran adaptar la realidad a «su» subjetiva verdad. Hay errores en todos y cada uno de los argumentos y, si algo resalta en el documento, es el carácter de revancha y la ausencia de un mínimo atisbo de reconciliación en sus determinaciones, contradiciendo uno de los propósitos de la maldita Ley de Memoria Histórica.

El Ayuntamiento, de momento, ha reculado. Estaba previsto incluir nuestra reivindicación en el Pleno Municipal y, por razones desconocidas, parece ser que las propuestas del cambio de las primeras calles no se han incluido en el orden del día. El eco de nuestro «Novio de la Muerte» en la Plaza Mayor parece que les ha debido conmover hasta el punto de posponer el debate sobre las decisiones adoptadas por la Comisión.

A partir de ahora, no nos vamos a detener. Esto, simplemente, ha sido el origen de nuestro pacífico activismo en pos de recuperar el honor de nuestro Padre legionario. Nuestro humilde equipo de trabajo de no más de 6 personas ya está en marcha desde el domingo para seguir en la vanguardia de nuestra justa causa.

  • ¿El cambio del nombre de la calle para los exlegionarios ha sido la gota que colma el vaso o es un hecho puntual?

Como dijo Guillermo Rocafort, la propuesta de la Comisión es la gota que colma el vaso, además de un despropósito total por las mentiras vertidas en la redacción del documento. Su respuesta carece de argumentos y cae en el tono revanchista, alejado de cualquier guiño a la reconciliación, por el mero hecho de acusar a un reo al que, con una vara de medir diferente, le desposeen de los méritos que llevaron a la ciudad de Madrid a, inicialmente, otorgarle una plaza en el barrio de La Legión de Carabanchel en 1927, según el «Nomenclator Toponímico» de Aparisi. Como se puede apreciar, la concesión de la calle nada tiene que ver con esa supuesta relevancia de Millán Astray en el Alzamiento de 1936. Se cae por su propio peso y…por ¡9 años! Ver para creer.

  • ¿Cómo están viviendo los exlegionarios los riesgos crecientes para la unidad de España? ¿se sienten afectados?

Los antiguos caballeros legionarios, como cualquier otra persona que ame a España, ven peligrar la unidad de nuestra nación. Estamos ante un momento en el que ni siquiera tenemos partidos o políticos que resuelvan nuestros conflictos. No hay ni criterio ni pacto por el bienestar del país y, ante esa zozobra, la fractura se hace mayor. Su incapacidad manifiesta para formar gobierno, sean de izquierdas o derechas, es un dato relevante y, de cara a la opinión pública internacional, nuestra imagen está muy dañada. Si a ello le añadimos el hecho de que hay propuestas para aprobar que tienen que ver con una ley que está en boca de todos desde 2007, podemos llegar a la conclusión que los españoles están abandonados a su suerte independientemente de sus opciones de voto, todas legítimas, en las 2 últimas elecciones.

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Nuestro sentimiento y entrega a España están fuera de toda duda. Lo que nos duele es que existan partidos que no busquen la reconciliación de todos los españoles, partidos que renieguen de España y se alineen con los que defienden la barbarie terrorista, partidos incapaces de hacer un esfuerzo para hallar pactos que permitan la gobernabilidad de otros.

Evidentemente, todo esto nos afecta y nos preocupa porque no hay visos de alternativas fiables que puedan poner fin a esta fractura social que personajes como Zapatero o el juez Garzón provocaron al engendrar la Ley de Memoria Histórica.