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13 TV lidera el linchamiento de Pedro Sánchez

Redacción




José Luis Corcuera, el de la patada en la puerta. /Foto: YouTube.com
José Luis Corcuera, el de la patada en la puerta. /Foto: YouTube.com

Enrique de Diego

La cadena 13 TV es confesional. La Conferencia Episcopal tiene el 72% de las acciones y acumula unas pérdidas superiores a los 69 millones de euros, que podrían haberse dedicado a cuestiones más decisivas. El sectarismo alcanzado por esa televisión es una agresión continua a la libertad de conciencia de los católicos al identificar a la Iglesia con una opción política.

¿Los principios evangélicos establecen alguna relación directa o indirecta con los intereses del PP? ¿Ha de ser considerado el PP como un partido católico? ¿Cuál es el nivel de tolerancia a las libres opiniones políticas que la jerarquía española establece?

13 TV, que cada día se supera en los niveles de intolerancia y manipulación, de sectarismo tosco, en programas como “El Cascabel” o “La Marimonera”, está liderando el linchamiento a Pedro Sánchez. ¿Establece la jerarquía católica alguna relación entre los planes de salvación y la abstención del partido socialista en una hipotética nueva investidura de Rajoy?

Mientras las iglesias permanecen cerradas, salvo para la Santa Misa dominical, mientras los confesionarios están vacíos, mientras no se promueven las vocaciones sacerdotales –ni con un programa ad hoc de 13 TV-, los mensajes de la televisión confesional son de una mediocridad insufrible y pasarán una grave factura con el tiempo a la Iglesia en España.

Llegar a recuperar a José Luis Corcuera –“católico no practicante”, según su autodefinición- como una referencia moral, con el único fin de demoler al secretario general del PSOE, en lo político y en lo personal, es simplemente una bajeza cutre. Organizar falsos debates que sólo son colecciones de periodistas orgánicos y a sueldo del PP –Carlos Dávila, Alfonso Rojo, Antonio Martín Beaumont (socio de José Luis Ulibarri), Ketty Carat, Carmen Tomás, Antonio Pérez Henares, Fernando Jáuregui, Carlos Cuesta, Victoria Prego, con serias lagunas de memoria- es hundirse en el reino de la mentira y la manipulación, en niveles de patenta inmoralidad, de manifiesto escándalo repulsivo.