Miguel Sempere
Libertad Digital SA ha lanzado una ampliación de capital con la que espera obtener (nominal+prima) 3.228.050 euros. Las ampliaciones de capitales responden a dos posibles necesidades: obtener capital del mercado para nuevos proyectos o ampliación de los actuales o conseguir liquidez ante una situación de necesidad.
Según Libertad Digital, su ampliación de capitales responde al primer criterio, aunque no ha informado de ningún nuevo proyecto, sino que ha hecho una referencia genérica a “modernización” y, al tiempo, se refiere a unos tiempos de incertidumbre en los que considera conveniente hacerse con más fondos para mantener su línea editorial. Un medio, Sierra Norte Digital, ha informado de que habría accionistas próximos al PP que querían abandonar el accionariado, pero Libertad Digital ha desmentido cualquier trasfondo político en la operación.
Libertad Digital asevera que presenta un “equilibrio patrimonial” y en sus cuentas, presentadas ante el Registro Mercantil, ofrece un resultado del ejercicio 2015 positivo de 88.525,63 euros. Algo menor que el del ejercicio de 2014, que fue de 97.614,38, pero arrastrando dos ejercicios anteriores de auténtico descalabro: 2013 con pérdidas de 1.075.725,67 euros y 2012, con pérdidas de 5.836.225,90.
Datos inquietantes y sorprendentes
Rambla Libre ha pedido su opinión sobre los datos oficiales de Libertad Digital a un asesor de empresas, un directivo y un contable, los tres con dilatada experiencia. Algunos de los datos de la empresa les han resultado “inquietantes y sorprendentes”. Por de pronto, coinciden en que se trata de “una empresa muy personalizada, lo que añade riesgos a cualquier inversión”. Es un comentario obvio: Libertad Digital, más que una corriente de opinión, es Federico Jiménez Losantos. Algunos datos son manifiestos e indican una línea escasamente rentable de la empresa. Por ejemplo, el activo total decreció un 21,4% entre 2014 y 2015; lo que se ha reflejado en un descenso del activo no corriente del 14,58%, que se explica, en parte, por el descenso del Patrimonio Neto del 7,54%.
Pero cuando empiezan las sorpresas es en un estudio más pormenorizado de las cifras. Así sucede en el activo no corriente. Libertad Digital lo sitúa en 6.632.424,74 euros. Tanto el inmovilizado intangible como el material son insignificantes. El primero está valorado en 37.771,65 euros, de los que a patentes, marcas…corresponden 1.213,52, a aplicaciones informáticas, 36.558,13; en cuanto al segundo, las instalaciones técnicas están valoradas en 201.471,81 euros.
El grueso del activo no corriente corresponde a “inversiones en empresas del grupo” que son de 3.351.937,86 euros. Es decir, Libertad Digital SA ha prestado esa cantidad, “a largo plazo”, a otras empresas del holding. Se trata, sin duda, de una práctica legal, pero hace depender a la empresa de la salud financiera de las otras empresas y alguna, como Libertad Digital Publicidad Marketing SL, con dos empleados, atraviesa una situación delicada. Así, entre 2013 y 2014, la cifra de ventas de esa empresa decreció el 29,36%, el EBIT decreció el 157,47%, de forma que la reducción de la Rentabilidad de Explotación de la empresa fue del 557,79%, siendo dicha rentabilidad del -33,35% en el año 2014.
Las otras empresas del Grupo son Libertad Digital Televisión SA, que tiene alquilada la señal de TDT, y tiene, por tanto, una actividad muy baja, y Cronos Producciones Multimedia SL, una productora que, al parecer, con 8 empleados sólo produce un programa para la 2 de TVE. Es decir, que buena parte del activo no corriente de Libertad Digital SL (3.351.937,86 euros) depende de este entramado de empresas de mucha menor dimensión y actividad, con una claramente en crisis. Como veremos, todas ellas se prestan y se deben.
La otra partida del activo no corriente de Libertad Digital SA es “activos por impuesto diferido”, que se eleva a la cantidad de 2.987.546,39 euros. Se trata de una deuda virtual de la Agencia Tributaria con la empresa, de forma que se va descontando del Impuesto de Sociedades en la medida en que haya beneficios. Pero con esa cantidad no se cuenta de inmediato.
Los tres expertos consultados consideran que el activo no corriente “es cuestionable”.
En el activo corriente volvemos a encontrarnos una situación parecida, pues se contabilizan 237.528,89 euros en “inversiones en empresas del grupo”, en este caso, “a corto plazo”. Cabe tener en cuenta las mismas objeciones reseñadas anteriormente. La otra gran partida del activo corriente es de 2.285.568,01 euros, que corresponde a “clientes por ventas y prestaciones de servicios”. Es decir, se trata de deudas de clientes, que dependen de la capacidad de cobro y que muchas empresas, por prudencia contable, provisionan, tal y como nos indican los expertos consultados.
Inversión no rentable
Es decir, de los 9.346.319,57 euros que la empresa presenta como activo, 3.588.466.75 son deudas que las otras empresas del holding tienen con ella; otros 2.987.546,39 son por impuesto diferido y 2.285.568,01 son deudas de clientes. El total de las cantidades de los conceptos a los que nuestros expertos ponen objeciones es de 8.862.581,15. Y la cantidad que no les plantea ninguna duda, entre el activo no corriente y corriente es de 483.738,32.
Para nuestros expertos, se trata “de una inversión no rentable, aunque pueda tener otras componentes intangibles de apoyo a una línea o a una persona”.
Hay más agujeros negros –en honor a la conspiranoia del 11-M a la que tanto tiempo y dicterios dedicó Federico Jiménez Losantos– que iremos tratando sucesivamente.