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Las élites contra el pueblo

Redacción




Merkel y Hollande, dos traidores. /Foto: 113.cl.
Merkel y Hollande, dos traidores. /Foto: 113.cl.

Virginia Montes

No hay precedentes en la historia: las élites de las naciones europeas, de toda la civilización occidental, han traicionado y se dedican a la destrucción de sus sociedades y éstas, hasta ahora, lo han permitido.

De hecho, han convertido esa destrucción en un buen negocio del que vive una trama de onegés, trabajadores sociales, docentes, falsos intelectuales, ingorantes ilustrados, mendaces periodistas y papagayos llamados comunicadores.

Las sociedades ciegas, adormecidas, atontadas por el relativismo y la degeneración moral, sumidas en la ignorancia, tolerantes con la mentira son tan incapaces de rebelarse que ni tan siquiera son conscientes del peligro.

El interesado efecto llamada

Un caso concreto de efectos devastadores. Hace un año la agencia federal alemana de migraciones y refugiados colgó el siguiente tuit: «En este momento, el procedimiento de Dublín para los ciudadanos sirios ya no se está cumpliendo en la práctica«. Bajo este aparente todo frío, burocrático y casi enigmático, se escondía un demoledor efecto llamada: las leyes europeas eran unilateralmente suspendidas por Alemania, de modo que ningún “refugiado sirio” sería devuelto al país de entrada y expulsado.

Cuatro días antes, la alta funcionaria de la agencia de refugiados –conocida en Alemania como BAMF– Angelika Wenzl envió por email una circular interna titulada «Reglamento para la suspensión de la convención de Dublín para los ciudadanos sirios» a las 36 delegaciones que el organismo tiene por el país. La instrucción decía que los sirios que solicitaran asilo en Alemania ya no serían enviados de vuelta al primer país que hubieran pisado en suelo europeo.

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A través de canales que ni las autoridades ni los periodistas han podido precisar hasta el momento, la instrucción interna fue filtrada a la prensa. Aunque una investigación de  la revista Der Spiegel apuntó al mayor colectivo alemán de defensa de los inmigrantes, Pro Asyl, como fuente de la filtración.

Por todos los Balcanes, los emigrantes musulmanes tiraron sus pasaportes para decir que eran “sirios” y que querían ir a Alemania.

¿Por qué se provocó, de manera tan aparentemente irreflexiva, este desastre migratorio que está teniendo tan graves consecuencias? Es tan sencillo como terrible:

La inmigración se ha convertido en un negocio para un serie de tramas burocráticas y grupos que se autodenominan “humanitarios”:

  1. Los servicios sociales alemanes querían aumentar el número de sus “clientes” para aumentar sus presupuestos y la cantidad de funcionarios a colocar.
  2. Las onegés también precisaban clientes para aumentar sus presupuestos.

El objetivo es destruir las sociedades occidentales, mediante un proceso de ingeniería social, con el que se pretende hacerlas pasar de sociedades homogéneas e identitarias a multiculturales, enriqueciéndose en el camino.

Hoy tenemos las pruebas de que ese proceso no es espontáneo, sino inducido y financiado, por los Presupuestos, extorsionando a los contribuyentes, que son, al tiempo, las víctimas del proceso, y por poderosos grupos de presión destructivos como la Open Society de George Soros, parte de cuyos documentos han sido filtrados por Wikileaks.

Destruirnos se ha convertido en el negocio de las élites traidoras.