Alternativa por Alemania es la gran triunfadora en las elecciones del Lander Becklemburgo-Pomerania donde, según los sondeos a pie de urna, habría obtenido el 21% de los votos, quedando por encima de la CDU de Ángela Merkel, que cosecharía sólo el 19,3%. La canciller alemana, la gran derrotada, tiene su escaño en el Bundestag por los distritos de Rügen y Pomerania Occidental, y el sábado pidió expresamente que no se votara a Alternativa por Alemania
«Esto se debe a que otros partidos no han escuchado durante mucho tiempo a sus votantes», declaró exultante Frauke Petry, la líder nacional de Alternativa por Alemania. «Lo bueno es que dejamos a la CDU por detrás nuestro. Quizá esto sea incluso el principio del fin para la canciller Merkel«, destacó el jefe de AfD en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Leif-Erik Holm.
El partido identitario, creado hace tres años, es la primera vez que se presentaba a estas elecciones y confirma el avance imparable que ya obtuvo en marzo en los parlamentos regionales de Renania-Palatinado (oeste), Baden-Wurtemberg (suroeste) y en Sajonia-Anhalt (centro-este). En esta última región, AfD se hizo con un 24,3% de los votos, en Baden-Wurtemberg un 15,1% y en Renania-Palatinado un 12,6.
Se trata de un fenómeno que ha venido para quedarse y que representa una alternativa de gobierno a los partidos tradicionales. Las encuestas le dan el 14% de cara a las elecciones generales de 2017, a las que todavía Merkel no ha anunciado si se presentará.
Según los sondeos a pie de urna, el partido más votado habría sido el SPD del presidente regional Erwin Sellering con el 30,4%,pero con un fuerte desgaste pues tendría un descenso del 5,2%. Las cosas se ponen aún peor si se analiza el conjunto de los partidos de izquierda: el descenso de ese bloque sería del 14%. Así, Los Verdes bajan del 8,7% al 4,7.
El descenso de la CDU es del 3,7% y ser superado ese partido por Alternativa por Alemania representa un auténtico descalabro para los democristianos. Ángela Merkel, tenida por la mujer poderosa del mundo, ha sido derrotada en su terreno, en un länder poco afectado por la crisis de los refugiados.
Es muy posible que la contestación que se detecta en los sondeos con una caída de 12 puntos en su popularidad y con un porcentaje creciente de votantes de la CDU que no la quieren como candidata en las elecciones de 2017 puede hacer que se incrementen las críticas, hasta ahora circunscritas a su socio la CSU bávara. Los resultados son y van a significar un auténtico terremoto en la política alemana, que puede tener otra sacudida en las elecciones de Berlín a celebrar el día 18.