AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Ángela Merkel, una política antidemocrática

Redacción




Ángela Merkel, en sus horas más bajas. /Foto: telegraph.co.uk.
Ángela Merkel, en sus horas más bajas. /Foto: telegraph.co.uk.

Virginia Montes

La caída en picado de la popularidad de la mayor inútil que ha conocido Europa, Ángela Merkel, en el sondeo de agosto de la televisión pública, ha hecho saltar las alarmas en el Gobierno y la CDU, cuando se encaminan en septiembre a elecciones tan significativas como la del länder Pomerania Oriental, por uno de cuyos distritos es diputada la inútil e incompetente Merkel.

Deprisa y corriendo, el ministro del Interior, Thomas de Maizière, un completo desastre, que ha mentido y engañado presentando a terroristas musulmanes como depresivos con “problemas mentales”, ha elaborado un proyecto de medidas antiterroristas, que lo que indican es que Merkel y Maiziére y la CDU, y el SPD, improvisaron, desarmaron a la sociedad y se comportaron como irresponsables, con el “¡vamos a lograrlo!”, de la inútil Ángela Merkel. El Gobierno alemán, con cargo al contribuyente, ha importado terroristas y más de un millón de excedentes de población musulmana que no están creando más que problemas, generando inseguridad y provocando una ola de terror sexual, como en la Nochevieja de Colonia y otras ciudades alemanas.

La Policía alemana, que ha demostrado una sobresaliente incompetencia, ha filtrado que tiene vigilados a cientos de potenciales terroristas y a 59 de alto contenido violento, en los centros de “refugiados”. Esta misma semana se han producido redadas y se ha detenido a dos “refugiados”. Los alemanes no entienden por qué están pagando a gentes que quieren matarles.

El nuevo proyecto del Gobierno contempla la expulsión de los predicadores que inciten al odio. ¡Cuánta ignorancia! ¿Hay algún predicador musulmán que no incite al odio? ¿Alguno de nuestros dirigentes podría tomarse la molestia de leerse El Corán, que es una continua incitación al odio: “matadlos a todos allá donde los encontréis”? También se contempla la expulsión por “amenaza de seguridad pública”. Y, ¿por qué se les dejó entrar, enviando incluso autobuses a Hungría? ¿No se tuvo en cuenta que, al menos algunos, eran potenciales terroristas y amenazas a la seguridad pública? También se podrá levantar el secreto de historiales clínicos, frente a las protestas de los Colegios de Médicos, con lo que esta invasión subvencionada empieza a cuartear el edificio de las libertades. Asimismo, se prohibirá el burka en las calles alemanas. Es decir, que Ángela Merkel ha conseguido que haya burkas en Alemania y que haya también lapidadores, como sucedió en Dortmund, con tres “refugiados” que quisieron lapidar en plena calle a dos transexuales.

Es lamentable que ni tan siquiera los dirigentes alemanes supieran que en los musulmanes la mujer es un ser inferior, sin derechos.

El nuevo fascismo es la corrección política. En Alemania se está mostrando: el 65% de los alemanes están en contra de la política de asilo de Ángela Merkel, están en contra de los mal llamados “refugiados”; sólo el 35% respalda esa política. Es, por tanto, una política antidemocrática, contra la mayoría; impuesta por una pseudoreligión propagada por los degenerados medios de comunicación y sostenida por políticos acomplejados y traidores, que están destruyendo sus sociedades. A pesar de estos datos, y de su impopularidad, Ángela Merkel dejó claro que no cambiaría de política. Eso sí es fascismo: Merkel es una fascista, mientras Alternativa por Alemania es el partido que defiende la democracia y a la mayoría de estas imposiciones de los peligrosos fanáticos de la corrección política.