Luis Bru
José Manuel Soria tuvo que dimitir, como ministro de Industria, Energía y Turismo, no por lo bien que lo había hecho, ni por ninguna cuestión de conciencia, sino porque apareció en los “Papeles de Panamá” con una empresa offshore y, además, mintió. Pues sigue cobrando del Presupuesto. ¿Podemos permitirnos pagar a tanto expolítico gorrón?
El Portal de Transparencia del Gobierno ha confirmado que José Manuel Soria no sólo solicitó la pensión sino que desde su dimisión ya ha cobrado tres mensualidades de 4.644,78 euros cada una. Esta prestación corresponde al 80% de su sueldo como ministro. Un porcentaje que podrá cobrar durante un periodo de dos años al no tener ninguna otra actividad remunerada.
Si recibiese la totalidad del pago las 24 mensualidades permitirían al exministro percibir más de 111.000 euros en dos años, a no ser que se incorpore a alguna otra actividad remunerada antes de agotar el plazo. Además, habría que sumar a este pago los 4.000 euros al año que recibe por los trienios como funcionario del Estado. Según los datos del Portal, José Manuel Soria ha cobrado en tres años como ministro y funcionario 223.314 euros brutos.
Recientemente, las Cortes Valencianas rechazaban una propuesta de Podemos para retirar los privilegios a los expresidentes de la Generalitat. Francisco Camps, que tuvo que dimitir en medio de la polémica sobre los trajes, y cuyo gobierno fue una orgía de corrupción, incluso con la visita del Papa, cobra al año 120.000 euros. Cuando Joan Lerma deje el Senado o Eduardo Zaplana, Telefónica, podrán cobrar la misma cifra. Y tener secretaria, oficina, coche y chófer.
José Bono nada manifiestamente en la abundancia, su patrimonio inmobiliario visible es ingente, y supera los once millones de euros. Es titular de una cuenta en Las Bahamas, junto a su consuegro Raphael, de 160 millones de euros. Es propietario de una Hípica rentable. Aun así, cobra 170.000 euros anuales, más escoltas, chófer y oficina.
Artur Mas dio un paso atrás, pero el gesto no tiene demasiado coste, le sale bastante rentable. Además de los privilegios reseñados, cobra 7.000 euros mensuales, el 80% de su sueldo siendo presidente de la Generalitat. Se reducirá al 60% cuando llegue a los 65 años.
Jordi Pujol, que tiene una considerable fortuna en Andorra, dice que por herencia, y cuyos hijos son todos multimillonarios, cobró desde 2003 hasta julio de 2014, 86.400 euros, y su oficina de expresidente le costaba al contribuyente otros 175.000 euros.
No sólo los expresidentes, aquí todo el mundo se ha apuntado al saqueo. Nuestro colaborador, Ramiro Grau Morancho ha desvelado, a través de RL, que los diputados de las Cortes de Aragón, cuando dejan la institución cobran a razón de un mes por cada año de diputado, hasta 18 mensualidades; entre 12.000 euros y 60.000.
Cuando se está metiendo a manos llenas la mano en la hucha de las pensiones para pagar las extraordinarias, cuando no hay dinero para los dependientes, ¿podemos permitirnos pagar a tanto expolítico gorrón? ¿No tenemos suficiente con los políticos en ejercicio?