Miguel Sempere
Libertad Digital ha remitido un comunicado a PR, a raíz de una información de Rambla Libre, en el que se contienen algunas manifiestas mentiras. Dado que Federico Jiménez Losantos estuvo mintiendo, con insistencia, durante años sobre el 11M –de lo que sacó bastante rentabilidad- no es extraño que mienta en documentos de su empresa.
Primera mentira: Pedro Gómez de la Serna no es ni ha sido “accionista de referencia de Libertad Digital SA”, “ni miembro de su Consejo de Administración”
El 8 de noviembre de 2014, en declaraciones al digital acueducto2, el propio Pedro Gómez de la Serna confirma que fue miembro del Consejo de Administración. Esas declaraciones las hizo precisamente a raíz de que, dentro del sumario Gürtel, se pidiera la imputación de Losantos y de todos los miembros del Consejo, incluido Pedro Gómez de la Serna. “Mi relación con Libertad Digital duró tres meses. En aquel momento yo no tenía relación con el PP, ni siquiera era militante. Trabajaba en Garrigues y si me sumé al Consejo de Administración fue atendiendo a la petición de un amigo -el secretario del Consejo de Administración- y con el permiso de mi empresa”.
El cargo no aparejaba retribución. “Me pareció que podía ser entretenido y para mí era un mundo atractivo. Sin embargo, en la primera reunión del consejo vi que aquello no era lo mío y empezaron a surgir desavenencias. Sucedió que en ese momento, ellos (por Jiménez Losantos) estaban alimentando en la Cope la teoría de la conspiración por el 11M, yo no quería ir por allí. También se atacaba sin razón alguna a Mayor Oreja (Gómez de la Serna fue jefe del gabinete de Mayor Oreja durante su etapa como ministro del Interior) y así se lo hice saber”, explica el diputado. “A la segunda reunión delegué el voto y a la tercera renuncié. Esa ha sido mi relación con Libertad Digital”.
Segunda mentira: “Es falso que se haya financiado preferentemente de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid”
Tenemos los datos de la publicidad del Canal de Isabel II, que depende de la Comunidad de Madrid y gastó 55 millones en 10 años. Con Libertad Digital y EsRadio contrató 1,24 millones de euros. Comparativamente a la COPE, con mucha más audiencia, algo más de 1 millón de euros. Y la Cadena Ser ni aparece.
Tercera mentira: Libertad Digital no tiene relación alguna “con la corrupción del PP ni conoce ni tiene forma de hacerlo, la procedencia del dinero que hayan podido invertir determinados accionistas”.
Una mentira mil veces repetida no se convierte en una verdad, lo haga Goebbels o Jiménez Losantos, que ésta la ha repetido más de mil veces. No es que, de manera oscura y por sendas ignotas, la esposa de Luis Bárcenas, Álvaro Lapuerta, Paco Yáñez y Alberto Dorrego decidieran acudir a la primera ampliación de capitales de Libertad Digital, con dinero de la caja B del PP, de forma que Libertad Digital no tendría por qué saber la procedencia, ni tampoco los motivos que llevaron a esas personas a invertir. La historia no fue así. Fue Libertad Digital, en la persona del entonces su presidente, Alberto Recarte, hoy imputado en el caso de las tarjetas black, quien pidió al PP que buscara inversores. Esta es la clarificadora declaración de Luis Bárcenas en sede judicial:
Sr. Magistrado-Juez: Hay otra que pone “Paco Yáñez”.
- Luis Bárcenas: Si, Paco Yáñez… ¿es de un importe elevado?
Sr. Magistrado-Juez: Se lo digo.
- Luis Bárcenas: Si son ciento y pico mil euros. si es esa la cantidad, esa es una entrega. Vamos a ver, aquí me tengo que extender un poco.
Sr. Magistrado-Juez: Sí, sí, hágalo.
- Luis Bárcenas: En un momento determinado, Ángel Acebes había recibido una llamada de D. Alberto Recarte y llamó a Álvaro Lapuerta y yo lo acompañe. Subimos Álvaro Lapuerta y yo al despacho de Ángel Acebes. Nos pidió que él quería echar una mano en una ampliación de capital de una sociedad del Sr. Recarte, vinculada a los medios de comunicación, y que si podíamos poner en contacto con el Sr. Recarte a gente que colaboraba con nosotros dado que, en fin, el proyecto —digamos—mediático podía corresponder un poco con la ideología del donante nuestro. Y en ese sentido, Álvaro Lapuerta habló con una serie de personas que colaboraban con nosotros, algunos decidieron aportar, otros decidieron no aportar, pero terminaba el plazo para cerrar ya la ampliación de capital y quedaba alguna cantidad pendiente de suscribir, ¿no? Entonces, yo creo que el Sr. Recarte habló con Álvaro Lapuerta para ver si se le ocurría la posibilidad de hablar con alguna persona más. Como la premura del tiempo era escasa porque quedaba poco tiempo, pues lo que se le ocurrió a Álvaro es que determinadas personas del partido, determinadas personas y con cargo a los fondos que teníamos en efectivo en la caja del partido, suscribiesen temporalmente las acciones correspondientes hasta que encontrásemos una persona que se las quedase definitivamente. Una de las personas que se ofreció a… vamos, que se ofreció no, a la que preguntamos si podía hacerlo, se lo pregunté yo personalmente por la amistad que tenía con él, fue Francisco Yáñez. Uno fue Francisco Yáñez, otro fue Alberto Dorrego, no recuerdo otra persona más… el propio Álvaro Lapuerta, yo creo que retiró dinero en efectivo y suscribió una serie de acciones a su nombre. Bueno eso es en definitiva, además estará en el listado de accionistas de la sociedad.
(…) Sr. Magistrado-Juez: Otra que pone: “Rosa Iglesias – L. Digital» y otra «Paco Yáñez —L. Digital».
- Luis Bárcenas: Esas son las dos devoluciones que he dicho. Esas son las cantidades que se retoman como consecuencia de los gastos que han ocasionado el haber tenido acciones de Libertad Digital.
En total, según recoge la contabilidad manuscrita de Luis Bárcenas del año 2004, el PP inyectó a Libertad Digital más de 400.000 euros en dinero negro, procedentes de su contabilidad en B. La propia mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, participó en la operación de compra de acciones con los fondos del partido.
En la documentación remitida al juez Pablo Ruz se recogen las 220 personas que compraron aquellas participaciones a través de una cuenta abierta en Caja Madrid. La inmensa mayoría (140 suscriptores) compraron menos de 10 participaciones (1.100 euros); otros 76 adquirieron menos de 100 participaciones (11.000 euros) y solo cuatro personas adquirieron más de 1.000.
Tres de esos cuatro compradores mayoritarios (el extesorero Álvaro Lapuerta; la mujer del entonces gerente, Luis Bárcenas; y el empleado del PP Francisco Yáñez) sacaron 410.000 euros de la caja b del PP para esta operación, según la investigación judicial.
Álvaro Lapuerta vendió las participaciones a su nombre y obtuvo unas plusvalías de 60.000 euros. Pero el dinero no retornó al partido, según la investigación. La mujer de Bárcenas también se desprendió de las participaciones y, como Lapuerta, tampoco devolvió los fondos.
Mucho más allá de que Libertad Digital sabía perfectamente de donde provenían los fondos, es que fue el propio presidente de la empresa el que solicitó ayuda, en forma de gestiones a empresarios afines. Esta forma de actuar sería considerada en muchas sociedades tráfico de influencias.
No es baladí recordar que Libertad Digital, y Losantos desde la COPE, estaba haciendo una defensa numantina de Ángel Acebes y su nefasta gestión antes, durante y después del 11M, por lo que este enjuague tiene todas las trazas de un compadreo oscuro y una contraprestación de servicios, que inhabilita a Losantos y a Libertad Digital, desde un punto de vista deontológico.