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El integrismo toma Turquía

Redacción




La turba islamista ha tomado las calles de Turquía. /Foto: laprensa.hn.
La turba islamista ha tomado las calles de Turquía. /Foto: laprensa.hn.

Virginia Montes

En un clima de paroxismo, con un Erdogan en continuo baño de masas, la purga continua. Tras el Ejército y la Judicatura, le ha tocado ahora a la Policía y a la Gendarmería, dos cuerpos que, aparentemente, se habían opuesto al golpe. “La dirección general de Seguridad inició un operativo anoche. En toda Turquía han sido suspendidos 7.850 policías, entre ellos oficiales”, dice un comunicado oficial. En concreto, 7.899 policías y 614 gendarmes.

El número de altos cargos del Ejército detenidos se eleva continuamente. Ya son 103 los generales y almirantes. Erdogan y el integrismo están perpetrando un ajuste de cuentas, con la excusa del golpe de Estado. Una intentona con tal cúpula comprometida, con generales al mando de cuerpos de ejército, hubiera sido irresistible. Lo que se vio actuando fue, como primero dejaron las fuentes oficiales, fue a una facción del Ejército.

La turba islamista triunfadora está imponiendo su ley. “Vosotros tenéis los tanques, nosotros tenemos la fe”, ha vociferado Erdogan en un funeral por las víctimas. “Dinos a quien y mataremos”, grita la turba que ha tomado las calles y hace razzias en los barrios más laicos emprendiéndola contra los establecimientos donde se consume alcohol. Esa turba fanatizada no está a favor de la democracia, sino de la sharia. Los periodistas occidentales son acusados de espionaje. En la plaza Taksim de Estambul, lugar emblemático de protestas contra Erdogan, se ha puesto un inmenso cartel del jefe del Estado. En el clima de delirio que vive Turquía se ha iniciado el culto a la personalidad.

La turba pide la pena de muerte y Erdogan afirma que “en una democracia no se pueden ignorar las peticiones del pueblo”. Esto ha hecho saltar las alarmas en la UE que vivía un extraño idilio con Erdogan. Ángela Merkel le ha llamado personalmente para advertirle que la pena de muerte es incompatible con la Unión Europea. Merkel ha pedido proporcionalidad y Estado de Derecho. “Rechazamos categóricamente la pena de muerte. Un país con pena de muerte no puede ser miembro de la UE”, ha afirmado el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert. En la misma línea se ha manifestado la responsable de Asuntos Exteriores de la UE, Federica Mogherini. También John Kerry ha pedido al presidente turco que mantenga la calma y se mueva dentro del Estado de Derecho.

Pero ya dijo Erdogan que el golpe era una “bendición de Alá” para hacer limpieza.