Miguel Sempere
Eduardo Inda es la terminal de desinformación de la Unidad de Asuntos Internos, montada en el Ministerio del Interior, fuera del organigrama, por Jorge Fernández Díaz para operaciones sucias contra adversarios políticos.
El 14 de enero de 2015 se hizo público que Eduardo Inda había llegado, tras seis meses de negociación con Antonio Fernández Galiano, a un acuerdo sobre su indemnización para su salida de Unidad Editorial, que se cifró en poco menos de 600.000 euros.
El digital PR Noticias consideraba que, seguramente, “lo invertirá en el nuevo proyecto de Pedro J donde ya se le ha invitado a participar y no sólo como periodista”, sino como socio capitalista. Era una especulación correcta porque Pedro J le había hecho la carrera a Eduardo Inda: director de El Mundo-El Día de Baleares, director de Marca, director de Veo7, adjunto al director de El Mundo. Inda le había sido, además, muy adicto. Recordemos que llegó a comparar el “asalto” por Joan Puig a la piscina mallorquina de Pedro J, manifiestamente ilegal, con la “Noche de los cristales rotos”, de los nazis contra los judíos.
En contacto y al servicio del comisario Villarejo desde 1994
Sin embargo, Eduardo Inda iba a volar por libre. Tenía en mente poner en marcha su propio digital “enfocado a la investigación”. Por un lado, percibió que Pedro J había caído en desgracia dentro del sistema y, por otro, estaba en contacto –algunas fuentes, dicen que desde 1994- con el comisario José Manuel Villarejo Pérez, el hombre de los trabajos sucios de desinformación del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Según la declaración de José Manuel Villarejo Pérez en el juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, del que es titular el juez Arturo Zamarriego, tanto Eduardo Inda como Esteban Urrieztieta, “le han sido de ayuda en algunos trabajos”. De mucha ayuda, en el sumario figuran más de 200 llamadas de Inda y Urrieztiera a la Unidad de Asuntos Internos (UAI), el grupo operativo informal montado por Fernández Díaz para operaciones sucias.
Posible financiación corrupta de la trama de Alfonso Rus
Eduardo Inda y su digital pueden ser considerados como terminales de desinformación de la UAI. Un terminal de desinformación responde al viejo refrán de “difama que algo queda”. La desinformación ha de tener, al menos, en inicio un mínimo de credibilidad. Como ha descrito, con su habitual maestría Jesús Cacho en Voz Populi, “informes, sin firma ni sello, de pésima calidad y nula credibilidad, pero que en apariencia satisfacían las magras exigencias éticas de un ramillete de ‘periodistas de investigación’ que en estos años han asombrado a todos con su sagacidad investigadora”.
Según el propio Inda, su digital, el instrumento que iba a destinar a la desinformación al servicio de las cloacas del PP, se puso en marcha con un capital social de 2,7 millones de euros, una cifra sustanciosa para un proyecto en la red, que sugiere apoyos financieros poderosos. Eduardo Inda tiene amigos poderosos como Florentino Pérez y relaciones fluidas con la familia Botín.
Hay indicios de que podría haber recibido dinero para su proyecto de los ámbitos de la directa corrupción. Según publicó La Marea, “directivos de la empresa Oro Direct, investigada por la Guardia Civil por, presuntamente, ayudar a la trama valenciana del PP de Alfonso Rus a blanquear dinero, son, a su vez, copropietarios del Grupo Gedesco, la empresa que hasta el 17 de mayo figuraba como responsable de varios de los blogs alojados en OKdiario.
“Según ha podido conocer La Marea, el diario digital de Eduardo Inda ha mantenido relación con el Grupo Gedesco, vinculado a su vez con Oro Direct. Esta empresa se encuentra en concurso de acreedores tras una macrooperación de la Policía Nacional contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. Oro Direct también está siendo investigada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por ayudar presuntamente al blanqueo de capitales del Partido Popular de Valencia con lingotes de oro.
“El Grupo Gedesco, creado en 2001 en Valencia, se dedica a la financiación de empresas, descuento de pagarés y al factoring. Esta compañía figuraba como responsable de unos blogs incluidos en la web de Okdiario hasta el 17 de mayo de 2016, según figuraba en su aviso legal. Ese día La Marea contactó con el Grupo Gedesco para preguntarle acerca de su relación con OKDiario. Un día después, el aviso ya no aparecía (aún puede consultarse en la caché de Google).
“Uno de los blogs mencionados, que sigue activo en la web dirigida por Inda, es Tecnoaffinity. El director adjunto de Okdiario, Miguel Ángel Turci, ha confirmado que este espacio pertenecía a Inforiesgos, una de las empresas del Grupo Gedesco, hasta “el lanzamiento del diario”, en septiembre de 2015. Sin embargo, niega que exista “actualmente” relación alguna. Sobre la eliminación del aviso legal del blog de Tecnoaffinity, Turci asegura desconocer el motivo de la casualidad y argumenta que puede tratarse de “una página residual”.
Eduardo Inda, en cuanto terminal de desinformación, habría asumido la línea dura del PP contra Podemos y específicamente contra su líder, Pablo Iglesias, al que habría que demoler con operaciones de desinformación, con algo de verosimilitud pero con documentación falseada. Desde luego, Inda ha demostrado tener un código deontológico muy laxo. Así, dio como exclusiva una supuesta factura tramitada por Euro Pacific Bank, por la que el Gobierno bolivariano de Hugo Chávez pagaba 272.325 dólares a Pablo Iglesias, a través del paraíso fiscal de granadinas. En realidad, se trataba de la captura, bastante tosca, de un documento exhibido por la opositora al chavismo Patricia Poleo en su programa de televisión a través de YouTube, emitido desde Miami. Euro Pacific Bank emitió una nota desmintiendo que se hubiera hecho ese pago. Pablo Iglesias ha llevado la cuestión a los tribunales por tratarse de “documentos gubernativos y bancarios manifiestamente falsos” y “sin haber observado la mínima diligencia exigible en su verificación con los actores que aparecen en dichos documentos”, sustrayéndose a la “obligación de veracidad”.
Eduardo Inda, en su calidad de terminal de desinformación de las cloacas del Ministerio del Interior, ha sido el difusor de tres informaciones “tóxicas”, de amplia repercusión, de efectos demoledores sobre la fama de las personas, pero que no han tenido recorrido judicial porque se ha demostrado que eran montajes. Una de ellas era un montaje policial contra Podemos que se denominó PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima), que se atribuyó a la UDEF, para aprovecharse del prestigio de esa marca. Otra, una supuesta cuenta del entonces alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Una tercera, es una supuesta grabación que supuestamente probaría que el CNI y el comisario Martín-Blas estaban manipulando pruebas en contra del pequeño Nicolás. Uno de los informes para la denuncia era el mismo informe que se presentó durante la movida de la independencia de Cataluña reeditado (sin firmar por la policía ni sus investigadores…)
Otro de los informes eran recortes de periódicos (otra vez sin firmar por la policía ni sus investigadores…) Otro se basaba en la edición de un vídeo de YouTube. Credibilidad cero, pero eso no importa: el fin justifica los medios.
La Unidad de Asuntos Internos ha derivado en una guerra sucia entre comisarios, José Manuel Villarejo Pérez, recién jubilado a su pesar, contra Marcelino Martín Blas. De ahí, que un Villarejo despechado haya dejado a los pies de los caballos a Eduardo Inda y a Esteban Urrieztieta situándoles como sus terminales: “me han servido de ayuda”.
Desinformación con la complicidad culpable de La Sexta Noche
Acosado por tales revelaciones, Eduardo Inda mide sus apariciones televisivas últimas por conflictos. La periodista Ana Pardo de Vera se ha visto obligada a abandonar el programa La Sexta Noche ante el nivel de crispación alcanzado. Inda recurrió a la descalificación personal tildando a la periodista de Público de “amiga de Trias” y “señorita de Podemos”. Ana Pardo lo calificó de “cantamañanas” y de no tener ninguna credibilidad.
Actualmente, al margen de su cuestionable trayectoria anterior, Eduardo Inda no es propiamente un periodista sino un desinformador. Cada vez más gente se pregunta por qué La Sexta Noche permite ser el canal de amplificación de las operaciones sucias y las difamaciones de las cloacas de Interior, a través de su terminal Eduardo Inda, haciéndose cómplice de ese pseudoperiodismo cloaca.
También, sería interesante que Eduardo Inda, en un ejercicio de transparencia, hiciera públicos los accionistas de su digital, a fin de despejar las inquietantes dudas existentes sobre financiaciones oscuras.