Enrique de Diego
El Partido Popular va tomando tierra y a medida que recupera el sentido de la realidad está entrando en pánico: depende del PSOE y, además, el PSOE puede formar Gobierno. Tras el 26J, el escenario es idéntico al surgido tras el 20D. Rajoy no puede ofrecer un gobierno estable a la nación.
En un sistema parlamentario, ser el más votado tiene una importancia relativa, por mucho que se insista, porque la elección del presidente le corresponde al Congreso. Tras el previsible rechazo del PNV –jugada de un alucinado Rajoy-, y el respaldo del Comité Federal a Pedro Sánchez en su triple negativa al PP, Rajoy no está en condiciones de formar Gobierno ni para hacerlo en minoría.
Tampoco tiene sentido que el PSOE se abstenga. El País se ha inventado una encuesta de que el 70% de los votantes del PSOE quieren que se abstenga a cambio de reformas, que no se concretan. O sea, el 70% de los votantes del PSOE opinan lo que les conviene a Juan Luis Cebrián y a Felipe González y a la oligarquía de la casta. La Razón, en sus delirios marianistas, llega a titular que un Obama, turista accidental, vino, vio poco y volvió, que está de salida respalda a Mariano Rajoy en su pretensión de conseguir un gobierno estable.
Pánico pepero llegando a incitaciones al transfuguismo
Pero eso no está dentro de sus opciones posibles. En el nivel de histeria en que, de repente, como despertando de un sueño, han entrado los peperos, hay incluso incitaciones al transfuguismo como la del inefable Pablo Casado que considera que basta con que el PSOE preste un abstencionista, sin parar en mentes que el PNV ya ha dicho que con él no se puede contar. La abstención no sirve de nada. Es una nueva alucinación pensar que bastante con que el PSOE se abstenga en la investidura. Después de ésta viene el día a día y los Presupuestos y los recortes que exige esa Bruselas a la que ya no hacen caso ni los húngaros y eso se llama acuerdo de legislatura, con respaldo parlamentario, y gran coalición si se entra en el gobierno.
No existe la gobernanza en minoría. O es con mayoría o no hay gobierno ni estabilidad. La abstención en sí no serviría ni para evitar unas terceras elecciones; sólo las retrasaría. ¿Estaría dispuesto Rajoy a derogar la reforma laboral? Porque tampoco Rajoy hace ofertas concretas; sólo exige que le den un poder que no ha obtenido en las urnas. Si se habla del mal resultado del PSOE, peor es el castigo al PP, que viene de una mayoría absoluta.
Qué estabilidad puede ofrecer un partido lleno de mafias y causas judiciales
Y, además, ¿qué estabilidad puede ofrecer un partido que en un Estado de Derecho sería ilegalizado como la mafia que es? ¿Qué estabilidad puede ofrecer cuando los que no han pasado por el Juzgado es porque no los han investigado todavía? La semana pasada, el PP tuvo que nombrar una gestora en Palma, tras salir sus dirigentes locales implicados en una extraña red mafiosa de policías y prostitutas. También dimitía Daniel Ortiz, diputado de la Asamblea de Madrid, e imputado en la trama Púnica por presuntos cohecho y tráfico de influencias cuando era alcalde de Móstoles. La Guardia Civil, dentro de la operación Termyca, investiga contratos de la época en que Pedro Rollán era alcalde de Torrejón de Ardoz, hoy es consejero de Transportes del ejecutivo regional de Cristina Cifuentes. En el punto de mira de la UDEF está el exalcalde de Getafe y diputado regional, Juan Soler, del que se han pasado a su valoración judicial grabaciones que sugieren tráfico de influencias. A ese paso, donde seguro que podría y debería tener mayoría absoluta el PP es en una prisión de máxima seguridad.
El propio Rajoy tendrá que dar cuenta un día de patrimonio oculto en Abanilla (Murcia), desvelado por RL. La misma sede central fue embargada. Un partido así no está para gobernar, sino para regenerarse y pasar a la oposición y algunos directamente a prisión.