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Vergüenza: PSOE y PP mantienen el sueldo de 120.000 a Francisco Camps

Redacción




Francisco Camps seguirá viviendo del contribuyente. /Foto: albertmedran.com.
Francisco Camps seguirá viviendo del contribuyente. /Foto: albertmedran.com.

Miguel Sempere

La solidaridad de casta por encima de todo. PSOE y PP unidos para mantener los gravosos privilegios de los expresidentes de la Generalitat votan en contra de un propuesta de Podemos que terminaba con el derecho a ser miembros natos del Consejo Jurídico Consultivo y disponer de salario, chófer y secretaria.

El imputado Francisco Camps, tras toda la corrupción que dejó detrás, seguirá cobrando un sueldo vitalicio de 120.000 euros, mientras empieza a estar en cuestión poder pagar las pensiones. Podemos considera que haber sido presidente de la Generalitat no da derecho a tener un sueldo público, que se trata de un privilegio. También Compromís y Ciudadanos han votado en contra. El pacto “a la valenciana” rompe olas cuando se trata de los privilegios de la casta. Una vergüenza completa.

El actual régimen para los expresidentes autonómicos es producto de un acuerdo de 2002 negociado por el entonces responsable de la Generalita, Eduardo Zaplana, que sufre una enfermedad muy grave y ha sido operado recientemente, y su antecesor, el socialista Joan Lerma. La norma buscaba imitar otros modelos similares, como el que José Bono había aprobado en Castilla-La Mancha o el de la Comunidad de Madrid. Actualmente, solo Francisco Camps disfruta plenamente de estos privilegios, pues cobra un salario como miembro nato del CJC y dispone de coche oficial con chófer y secretaria. Mantener a Camps y sus dádivas cuesta unos 140.000 euros anuales al erario público.

Alberto Fabra ha dejado colocada a su antigua amante

Alberto Fabra cobra como senador, al igual que Lerma, pero el último presidente del PP sí hizo uso de una parte de sus derechos y colocó a su antigua asesora y exsecretaria autonómica Esther Pastor, con un salario de 48.000 euros. Ambos Fabra y Pastor fueron amanrtes, aunque posteriormente la relación se rompió, pero queda colocada con cargo al contribuyente.

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Ximo Puig es obviamente partidario de mantener los privilegios que le corresponderán a él cuando deje el cargo. Se justifica diciendo que los expresidentes pueden jugar un papel institucional de apoyo a la Generalitat. Y, por cierto, ¿para qué sirve la Generalitat?