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Carlos Delgado: “El alcalde de Leganés sólo sirve para llenar su buche en lujosos restaurantes”

Redacción




Carlos Delgado, portavoz de ULEG. /Foto: dleganes.net.
Carlos Delgado, portavoz de ULEG. /Foto: dleganes.net.

Enrique de Diego

ULEG, una exitosa iniciativa política localista en Leganés, ha pasado de 1.613 votos en 2003 a 19.463 en 2015. Cuenta con seis concejales y el portavoz en el Ayuntamiento es Carlos Delgado. La consolidación de ese proyecto político es el fruto de un esforzado trabajo en equipo con una mentalidad de servicio: “el vecino es nuestro jefe”

¿Cuál es su balance de la gestión municipal en Leganés?

Es tan pobre que el alcalde ha de utilizar como los líderes autocráticos los éxitos deportivos ajenos a él (como el ascenso de nuestro Lega a 1ª división) para blanquear la gestión. En un año, el gobierno del PSOE+IU+el tránsfuga de Cs no ha sido capaz ni de aprobar unos presupuestos, unas ordenanzas fiscales ni ningún proyecto que merezca tal nombre. A los únicos que les ha ido bien en la ciudad es a los más de 30 cargos de confianza, de estómagos agradecidos del PSIU+tránsfugal, que liban generosamente con nóminas de hasta 3000 euros al mes del presupuesto municipal cuando no saben hacer la O ni con un canuto.

¿Qué hubiera hecho usted si hubiera sido alcalde? Porque ha podido serlo con el resultado de ULEG.

Es fundamental cambiar de filosofía. El vecino es nuestro jefe. ULEG en campaña hablaba de una ciudad con 190.000 alcaldes, queriendo transmitir la idea de que el vecino ha de sentirse protagonista y copartícipe de la gestión municipal. Es esencial ser consciente de que un cargo público está para servir y no para servirse. En Leganés es fundamental poner en marcha una auditoría que aclare la cuentas, acabar con todos los oropeles que alejan a los dirigentes de los administrados (coches oficiales, escoltas, dietas, cargos a dedo…) y ser ejemplares en el comportamiento, actuando con eficacia. Y sí, hemos podido ser alcaldes, dada la correlación de fuerzas, pero no hay que lamentarse. Recuerdo cómo el Dépor perdió una Liga en el último minuto con un penalti fallado y cómo a los dos años pudo alzar el título. ULEG no es como el Madrid o el Barça, esos son el PSOE y el PP, es como ese Dépor de los años noventa y estoy seguro de que muy pronto cantaremos el alirón.

Losantos y Esperanza Aguirre, simples chupópteros del panal de miel de la Administración

El anterior alcalde del PP cosechó un claro castigo electoral y, sin embargo, ha sido colocado por su partido. ¿No debería haberse ido a casa?

Obviamente, pero para eso has de tener principios y ponerlos en práctica. El anterior alcalde es el paradigma del “liberal” español, alguien cuyo discurso está plagado de apelaciones a la libertad, el emprendimiento, el desapego al Estado y a las subvenciones y luego son incapaces de desintoxicarse de la droga de nutrirse del erario público, de la mamandurria estatal y del privilegio partidista que le ayuda a tener un determinado statu quo. Es el gran drama del liberalismo en España, donde las figuras que lo encarnan, al menos en términos de imagen como Losantos o Esperanza Aguirre son, como diría García, simples chupópteros del panal de miel de la administración.

¿Para cuándo una moción de censura?

Por nosotros, ya mismo, pero las matemáticas son tozudas. Se necesitan 14 firmas para al menos tramitar administrativamente esa moción. Tenemos las 6 de los 6 ediles de ULEG. Se precisan las firmas de ediles del PP y de la marca blanca de Podemos en Leganés y los intereses egoístas de partido y los falsos escrúpulos ideológicos me hacen pensar que seguirá al frente un alcalde que ha demostrado con creces su incompetencia, salvo para ampliar su buche gracias a copiosas comidas en lujosos restaurantes a costa del erario público. Es conocido el alcalde como “Txistu” Llorente.